Cien millones de euros mensuales. Casi tres millones diarios. Empleo para ocho mil personas. Sólo son cuatro meses al año, pero el negocio de la noche en Ibiza tiene un poder difícilmente comparable con muchas otras actividades económicas. Esto es lo que revela un informe elaborado por la Fundación Gadeso, que determina el colosal volumen de dinero que mueven un puñado de discotecas en la isla balear.
La noche ibicenca se ha convertido en una referencia mundial. El producto es tremendamente complejo e incontrolable, según indican los afectados, entrevistados por la prensa local. El documento de la Fundación Gadeso menciona una frase de Ricardo Urgell, el fundador de Pachá, en la que afirma que «Normalmente, el que monta una discoteca es uno que no sabe qué hacer con su vida o uno que tiene un local y no sabe qué hacer con él, el carnicero que tiene mucho dinero y quiere conocer a gente, el que cree que teniendo una discoteca ligará mucho, el que tiene un hijo y no sabe qué hacer con él o el que tiene una novia y la quiere lucir. Todo esto fracasa, solo triunfa el que se lo toma en serio».
Pese a esta situación tan delicada, este negocio ha movido medio mundo. De hecho, el perfil de los vuelos internacionales al aeropuerto de Ibiza reflejan este tipo de viajeros. British Airways, por ejemplo, vuela a Ibiza tarde en la noche para regresar pronto por la mañana. En cualquier aeropuerto de Europa, los vuelos a Ibiza parten tarde, muy tarde, porque para estos viajeros el mundo va al revés.
El negocio, sin embargo, tiene sus problemas, sobre todo derivados de los ruidos que molestan a los vecinos.
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Es que Ibiza no da empleo a 8.000 personas sin que sea convertir la isla completa en el mundo de la macro especulación?