La industria del turismo de Puerto Rico empezó a emitir algunas señales positivas en este año, tras una largo periodo de inestabilidad e incertidumbre.
Sin embargo, todo el trabajo parece haberse perdido por el tremendo conflicto social desencadenado en la isla tras conocerse 800 páginas de conversaciones en whatsapp de un grupo de altos representantes del gobierno, entre ellos el mismísimo gobernador Ricardo Rosselló, usando un lenguaje ofensivo e incendiario. Muchos de los participantes, excepto el gobernador, han dimitido, por lo que las calles de San Juan han sido tomadas por los manifestantes.
La conclusión es que ya van dos cruceros –de los pocos que comenzaron a visitar la ciudad—que se han cancelado por los riesgos que conllevan las protestas. La organización que gestiona el turismo local, Discover Puerto Rico, tuvo que emitir un comunicado sugiriendo a los turistas que eviten visitar el Capitolio y Fortaleza, precisamente los lugares con más interés turístico. La oficina de turismo indica que, por lo demás, todo sigue normal, aunque aconseja a los viajeros a tomar sus precauciones.
Pocos días de estallar las protestas, Puerto Rico celebraba que había conseguido, entre enero y abril, 1.67 millones de turistas, a través de sus tres aeropuertos, la cifra más alta que jamás haya tenido la isla en ese periodo.
Carnival y otras empresas de cruceros han optado por desviar a sus barcos del puerto de San Juan, aunque lo han hecho de forma provisional hasta que se calme la situación.
Hay que recordar que hace apenas dos años un huracán causó una paralización prácticamente total del turismo en la isla, hecho del que ha tardado en recuperarse por la profundidad de las heridas causadas.
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