Solo un 4% del gasto del turismo de lujo en España corresponde a Mallorca. La isla tiene un largo recorrido en este terreno, a juicio de la Federación Empresarial Hotelera que preside Aurelio Vázquez, quien ha marcado el objetivo: conseguir que los 300 millones de euros anuales que actualmente se deja este segmento se conviertan en 600 o incluso en 900 millones.
La razón, explica Diario de Mallorca, es que el turista de alto poder adquisitivo que consume productos exclusivos realiza el triple de gasto que el visitante convencional en destino. No obstante, los lugares favoritos para estos ansiados clientes son Barcelona (38% del gasto), Marbella (25%), Madrid (17%) e Ibiza (6%). Vázquez quiere que Mallorca entre en el ‘top 5’ mundial en este ámbito.
Para la patronal hotelera mallorquina debe dejarse de lado el crecimiento en volumen y la idea de pasar de los 11 millones de visitantes de hoy a los 20 millones porque se trata de un mercado que, en su mayoría, gasta menos de lo que interesaría.
La FEHM ha dado pasos para cambiar volumen por calidad, entre otras cosas articulando la plataforma Essentially Mallorca, que agrupa a 17 hoteles de lujo, dos puertos deportivos, ocho empresas de spa, dos empresas de transporte, dos tiendas exclusivas, 13 locales de gastronomía y 27 compañías de experiencias en destino.
Es el modelo que han elegido los hoteleros mallorquines: primar la cantidad sobre la calidad, con todos los perjuicios que ha conllevado. La gente de dinero no quiere ir de vacaciones al mismo lugar al que van sus empleados, los pobres.
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