Todo el mundo conoció el escándalo de las quejas de turistas que pedían indemnizaciones por supuestas intoxicaciones alimentarias que jamás habían existido en las costas del Mediterráneo. Los hoteleros, que terminaban pagando la factura, y los mayoristas intermediarios después, tuvieron que reaccionar para acabar con esta vergüenza. Sin embargo, esto es un juego de niños al lado del escándalo que está teniendo lugar en Nepal con los alpinistas que escalan el Himalaya. Las compañías de seguros han advertido al gobierno nepalí que ha de acabar con el fraude porque de lo contrario, en unos días paralizarán todos los seguros.
Porque aquí los engaños no son de mil euros por una supuesta intoxicación. No, aquí hablamos de decenas de miles de euros, de supuestos rescates en helicóptero, de inexistentes tratamientos hospitalarios, que han sido descubiertos por las aseguradoras, que sospechaban de las increíbles facturas que les llegaban. El negocio, al parecer, no es subir al Himalaya sino engañar a las aseguradoras. Una investigación interna del gobierno nepalí encontró un caso en el que un agente local le pasó una factura a una aseguradora por 50 mil euros por evacuar a un grupo de alpinistas. En otro caso, una aseguradora recibió dos facturas por un rescate, totalizando 86.248 euros. Otra tercera factura, por un tratamiento de escasa importancia en un hospital, alcanzó la cifra de 24.000 dólares.
Solo desde el 30 de mayo al primero de agosto pasado, una única aseguradora encontró que le habían presentado 61 facturas de falsos rescates con helicóptero, dijo Danny Kaine, la responsable de una compañía de seguros británica. “Y esto sólo es nuestra compañía”, dijo, de forma que “imaginen ustedes qué clase de problema tenemos delante. La situación está fuera de control y nadie es capaz de determinar de qué fraude estamos hablando”. “Nuestra compañía –añade– que actualmente es la que ofrece seguros a un 70 por ciento de los angloparlantes que escalan el Himalaya, fundamentalmente procedentes del Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos y Canadá, dejará de expedir estas pólizas el primero de septiembre”.
Los estudios internos que han llevado a cabo las aseguradoras sobre casos en los que ya habían hecho el pago correspondiente han encontrado que al menos uno de cada tres rescates eran totalmente innecesarios. Las aseguradoras han exigido que el coste de los helicópteros se congelen en un máximo de 4.000 dólares por vuelo, dado los precios que están pagando, espectacularmente mayores. “El volumen de fraude tiene lugar porque las compañías de rescates comparten sus beneficios con las de trekking y con los hospitales, quienes colaboran en la puesta en escena de estas situaciones”, indican portavoces de las aseguradoras.
El ministerio nepalí de Turismo reconoce que algo no funciona bien y dice que ha enviado el resultado de sus propias investigaciones a otras agencias del gobierno nepalí para que este prepare una guía sobre cómo se debe producir el rescate. “Vamos a ir hasta el fondo para que la gente y las agencias que están implicadas en este fraude sean castigadas por el daño que están causando a la reputación de Nepal”, dijeron estas fuentes.
El informe de Turismo finalizado el pasado 30 de julio tiene 700 páginas y recomienda como conclusión que sea la policía de Nepal la que centralice los rescates para evitar la corrupción. Igualmente, urge al gobierno a investigar a ocho agencias de rescates y trekking, cuyos nombres son Kailash Charter Rescue, Alpine Rescue, Mountain Heli Charter Service, Eagle Heli Charter Service, Easy Heli Charter Service, Flight Connection Domestic, Mountain Rescue Service y Himalayan Social Journey Trekking. Además se mencionan cuatro hospitales y tres compañías de helicópteros.
Si todo esto no fuera poco, la investigación pública sospecha que estas compañías no pagan impuestos.
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