Berlín, París, Ámsterdam, Nueva York, Barcelona… Son solo algunos de los destinos que han optado por implantar una tasa turística, como la que ahora se vuelve a debatir en Baleares de la mano de partidos como Podemos o Mes. Pese a las críticas y recelos de los hoteleros, principalmente, el impuesto en cuestión no ha hecho mella ni en el número de viajeros ni en los ingresos.
Es más, muchos de los lugares que han apostado por este tributo han logrado crecer muy por encima de la media mundial, según recoge Diario de Mallorca. Es el caso de Berlín que, aún cobrando un 5% de recargo a los turistas por pernoctar, lleva tres años liderando el crecimiento del turismo urbano europeo.
La misma situación se produce en República Dominicana o México, destinos ambos que cobran entre 30 y 55 dólares a sus turistas por entrar o salir del país, y que registran llegadas de viajeros récord.
En Cataluña e Italia, tras el rechazo inicial a cobrar a los turistas los empresarios del sector lo ven como un tributo positivo que ayuda a financiar la promoción y a mejorar los destinos. “Vivimos la implantación con muchas dudas y gran polémica, pero hemos comprobado que la tasa a los turistas no perjudica al turismo y se ha convertido en una fuente de ingresos muy buena”, reconoce Martí Sarrate, presidente de Acave.
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