El sector turístico aguanta el tipo ante la crisis y sigue siendo uno de los pocos motores que ‘tiran’ de la maltrecha economía española. La llegada de visitantes extranjeros se recuperó en mayo tras la preocupante caída del mes anterior, sin embargo el aumento de turistas no se ha traducido en una subida similar en cuanto a las pernoctaciones hoteleras.
Así, mientras España recibía 5,4 millones de visitantes internacionales en mayo, un 5,8 por ciento más que el dato registrado por esas mismas fechas el año anterior, la estancia en hoteles se incrementaba un tímido 0,4 por ciento y eso pese a que los precios han bajado un 0,7 por ciento, según datos del INE.
No se trata pues de que los turistas no elijan nuestro país como destino de vacaciones si no de que muchos de los que lo hacen se quedan menos días para reducir el gasto o bien optan por quedarse en un apartamento, una modalidad considerada por muchos como más económica que un establecimiento hotelero.
Preocupa el mercado nacional
Ni siquiera la bajada de precios de los establecimientos hoteleros ha conseguido ‘animar’ las pernoctaciones en este sector que ve con preocupación sobre todo al mercado nacional puesto que representa el 50% del volumen de negocio total.
El mercado doméstico está “absolutamente parado”, tal y como señala Juan Molas, presidente de la Confederación Española de Alojamientos y Hoteles (Cehat). De hecho, el leve repunte de las pernoctaciones experimentado en mayo se debió principalmente al comportamiento de los turistas extranjeros, que aumentaron un 3,5% su estancia en estos establecimientos, compensando la caída de los residentes nacionales, que redujeron sus pernoctaciones en hoteles un 5,6%.
Como la bajada del 0,7% de los precios hoteleros no ha sido suficiente para atraer al maltrecho mercado nacional, Molas apunta que “habrá que hacer acciones para atraer a los españoles en forma de “grandes ofertas”.
Eso es uno de los efectos colaterales de las subvenciones de las administraciones a las bajo coste. Que no viene gente que se deje pasta, sino mochileros para la alegria de tiendas de chinos y supermercados donde compran el cuarto y mitad de mortadela, baguette a 0.50 y cerveza marca blanca... Y los hoteleros que se creian que esto iba a ser jauja hace 10 años con la llegada de este formato de viajeros.. Sigamos así, sin darle a las cosas el valor real que tienen, por ejemplo el viajar en avión, y en la vida saldremos de esta puñetera crisis. Esto es un crisis de valores, donde la gente ha perdido la noción de la palabra "valor" y nos creemos que todo debe ser por la jeta, desde un vuelo, aun fono ultima generacion