Rebelión en Las Américas contra el Gobierno canario

El Gobierno Canario de Fernando Clavijo afronta una rebelión empresarial en la Playa de las Américas, en el sur de Tenerife. Los empresarios, casi por  unanimidad, encabezados por Santiago Puig, quien concibiera la propia zona y fue su principal promotor, están en armas contra el Plan de Modernización y Mejora Turística (PMM) que prevé el incremento de la edificabilidad en la zona. Entre otras cosas, se prevé construir un hotel de nueve plantas en la primera línea de Las Verónicas, lo que parece ser el motivo central de la protesta.

Los PMM son una figura pensada para acelerar los procesos administrativos urbanísticos, tradicionalmente lentos y farragosos. Por eso se saltan a los ayuntamientos. En este caso, el de Arona, donde se aplica la norma, también está en contra, pero su postura no es decisiva.

Santiago Puig (en la fotografía) no se esconde: día sí y día también aparece en los medios de comunicación locales clamando contra el cemento que, dice, el gobierno canario está promoviendo.

No crean que la protesta es tan unánime porque, de pronto, los empresarios se han vuelto ecologistas. Ni porque se vaya a construir un  hotel nuevo que, al fin y al cabo son más clientes. No, protestan porque el proyecto ofrece más espacio para negocios, que es lo que ellos tienen.

Según Puig, el PMM de Las Américas va a legalizar 314 mil metros cuadrados de edificabilidad, a la vez que autorizará otros 250 mil en los que se construirán locales comerciales, restaurantes, cafeterías y discotecas”. ¿Ven por qué los empresarios de la zona, unos 300, están de uñas? ¿Quién puede querer más competencia al lado suyo?

Para Puig, “lo que pretenden hacer [en el Gobierno Canario] es una barbaridad urbanística. Si los promotores empiezan a desarrollarlo todo tendremos barreras arquitectónicas, aumento de volumetría y legalización de lo que era ilegal desde hace 40 años. En definitiva, un desaguisado que transformará una ciudad, que no tendrá nada que ver con la filosofía de los planes de modernización”.

El PMM está siendo gestionado por Gesplan, una empresa de la consejería de Urbanismo, competente en el tema.

El conflicto, como es evidente, va a traer cola y no se va a aplacar de la noche a la mañana.