Los británicos que regresen de determinados países deberán cumplir una cuarentena forzada de 10 días en hoteles designados por el Gobierno y la factura la pagarán ellos mismos, según ha anunciado este miércoles el primer ministro, Boris Johnson. Cada viajero que esté en cuarentena deberá abonar entre 1.000 y 1.500 libras.
El 'premier' ha comparecido ante el Parlamento para anunciar sus medidas, que incluyen una primera lista negra a 22 países y ha citado a Sudáfrica, Portugal o países sudamericanos.
La ministra del Interior, Priti Patel, ha añadido que se obligará a quienes quieran abandonar el Reino Unido que pongan por escrito "por qué necesitan viajar" y no será como argumento irse de vacaciones.
Pero las aerolíneas advierten que la extensión de los controles fronterizos del Reino Unido a las cuarentenas hoteleras "hundirá aún más a la industria de la aviación y los viajes en una crisis".
British Airways, easyJet y Virgin Atlantic han escrito al primer ministro Boris Johnson exigiendo "una hoja de ruta urgente para la reapertura de los viajes aéreos".
"Es esencial que se acuerde un conjunto claro de condiciones que permitan la flexibilización de todas las restricciones de viaje. Esta hoja de ruta es vital para retener la confianza del consumidor y asegurar el futuro de la aviación del Reino Unido a medida que nos acercamos al período comercial crítico de verano", escribieron.
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