“Una marca para triunfar”. Con este slogan, la provincia y la ciudad de Granada se presentaron unidas en la feria Fitur, esperando conseguir un aumento en el número de visitantes. Sus esfuerzos estaban bien encaminados pero, sin embargo, falta un problema que no es menor: ¿cómo puede un viajero llegar con rapidez y comodidad a Granada?.
Desde luego, puede alquilar un coche, pero no tiene más opciones. Porque Granada (y Almería) no tiene tren desde hace casi dos años y a día de hoy no se sabe cuándo volverá a llegar a su estación, aunque Renfe acaba de contratar seis meses más de servicios de bus de enlace. Ni tren de alta ni tren de baja velocidad. Hoy los granadinos tienen que coger un autobús, viajar en este medio hasta un apeadero inhóspito en el que sí pueden coger el Ave de Málaga a Madrid. Aparte de estas conexiones, hay sólo dos vuelos diarios a Madrid, con aviones de menores dimensiones, de Air Nostrum.
Esta es la situación de una ciudad irrepetible, altamente atractiva, que dispone de una amplia oferta de alojamiento. Pero Renfe, Adif y el ministerio de Fomento, decidieron que mientras se hacen las obras del Ave, no habrá ningún tipo de servicio ferroviario.
Mientras llega el tren más veloz, Renfe deja a los turistas con la obligación de tener que hacer parte de su viaje en autobús. No crean, por cierto, que si usted compra un billete en la página web de la compañía, recibirá alguna información detallada de lo que ocurre, aunque notará que obtener el precio le costará bastante porque le indica que hay trasbordos. Ya se percatará de que las cosas no están bien cuando le hagan bajar del tren para subir al bus o viceversa.
La interrupción del servicio ferroviario, que virtualmente aísla a Granada y Almería, ha supuesto una fuerte caída en el número de viajeros en los servicios regionales –Almería Sevilla, por ejemplo, se ha quedado casi sin pasajeros– mientras que los enlaces a Madrid sí van bien porque Renfe ha bajado los precios a sólo 30 euros.
Lo de acelerar las obras será un chiste, ¿no? Prácticamente no se notan cambios en las obras de entrada a Granada.
Lo de Fomento y Renfe con Granada es una vergüenza
Granada sí, pero y ¿qué me dicen de Burgos? La obra civil está terminada prácticamente y están levantados los soportes de la catenaria ... a veces se ve una cuadrilla deambulando cual fantasma sobre el espacio reservado a los railes, pero nada que no avanza desde hace años
Y queda apenas nada para completarla.
Las autoridades locales de Granada, sí harían acto de presencia. ¿El alcalde de Burgos? ausente, ¿para qué pensar en los ciudadanos.
Lástima renfe ya no es un servicio público, es una web muy potente y poco más. Adif, un cementerio.