Un destino nuevo irrumpe en el mercado europeo: las islas Azores

Una de las claves del turismo contemporáneo es la novedad, el producto desconocido, ignoto, que de pronto es descubierto por esos viajeros ingeniosos que encuentran lo original, lo llamativo y sorprendente. “¿Has visitado las Islas Feroe?” nos pregunta nuestro amigo, mientras nuestra cabeza busca velozmente un referente para situar en el mapa un destino del que no habíamos oído hablar en la vida. Este es, por supuesto, un componente definitivo en el atractivo de un destino. Si, encima, es interesante, miel sobre hojuelas. Hoy en día no es fácil encontrar este tipo de novedades, porque creo que debe de haber turistas hasta en Teruel.

Sin embargo, este año parece que sí, que ha habido un descubrimiento al que los medios de comunicación le van dedicando más y más espacio y que se ha convertido en la 'estrella'. Es Azores. A mil kilómetros de la costa portuguesa, el pequeño archipiélago ocupa páginas y páginas de los medios europeos y no por un suceso sino por su apertura al mundo.

Muchos europeos conocían el archipiélago por ser el lugar en el que paraba el Concorde en sus vuelos transoceánicos a Sudamérica. De hecho, en la terminal del aeropuerto de Santa María hay un recordatorio: el bar se llama “Concorde bar”, que nos retrotrae a los ochenta. El precio de la cerveza también es de entonces.

Ponta Delgada, la capital, también tiene aeropuerto. Pero el Concorde paraba en Santa María, otra isla, de apenas seis mil habitantes, que mide dieciséis por diez kilómetros y tiene un aeropuerto enorme, pensado para los usos militares propios de la 'guerra fría'.

¿Por qué Azores está de moda? Porque Portugal, que hasta ahora no permitía que nadie volara a estas islas (no son Europa, como tampoco lo son las Canarias y, por ende, no se aplica allí la legislación liberalizadora del espacio aéreo, salvo decisión unilateral del Gobierno) acaba de eliminar todos los obstáculos. Desde el inicio de este verano, tanto Ryanair como EasyJet ya vuelan a Ponta Delgada, con las tarifas que conocemos en estas líneas aéreas. El precio de estos vuelos es a partir de los 60 euros ida y vuelta, desde Lisboa, lejos de los 300 que costaba hasta ahora volar con las compañías públicas.

Con este motivo, varios medios de comunicación europeos han hecho reportajes en las Azores. Las han recorrido y, por supuesto, han entrevistado a la micro-colonia de extranjeros. Pocos, porque vivir en un lugar tan aislado es bastante incómodo.

O sea que, aunque Azores no será Canarias, podemos prepararnos para un nuevo competidor, al menos en el segmento de los viajes de alto nivel.