Un pueblo en Texas, con un avión cada tres habitantes, pero sin aeropuerto

Una cadena de televisión de Estados Unidos ha descubierto que una pequeña ciudad, de hecho ni siquiera llega a ello y se trata más bien de un pueblo del este de Texas, denominado Onalaska, tiene un secreto insólito: dispone de mil aviones matriculados allí, sin que disponga de aeropuerto. Más que ciudades como Nueva York o Seattle, por ejemplo. Los aviones están registrados en dos casillas de correos del pueblo, según encontró la cadena de televisión.

Los últimos datos públicos indican que el pueblo tiene 2.755 habitantes con un número de aviones tal que significa que el 37 por ciento de los habitantes tendría uno. Más de un avión cada tres personas.

La renta per cápita en el pueblo es de algo menos de 28 mil dólares, lo que no permite pensar que haya márgenes para comprarse muchos aviones. Lógicamente, esto tiene un secreto: la enorme mayoría de esos propietarios no son del pueblo, ni de Texas, ni siquiera americanos, sino extranjeros.

Ocurre que la legislación americana permite que los extranjeros puedan matricular un avión anónimamente en este lugar, lo cual es ideal para que los delincuentes puedan tener un avión basado en Estados Unidos sin tener que dar explicaciones.

Joe Gutheinz, un agente de la Agencia Federal de la Aviación (FAA) indicó a la cadena de televisión que “si uno puede esconder la verdadera propiedad de un avión, pone mucha gente en riesgo”, pero eso es posible legalmente. Para registrar un avión en Estados Unidos, los propietarios tienen que ser ciudadanos americanos. Sin embargo, hay una escapatoria. Se puede trasferir un título de propiedad de un avión a una fundación, la cual puede registrar el avión en la FAA por 5 dólares. Entonces la FAA le asigna una matrícula (con letra N, que es la de Estados Unidos).

En Estados Unidos hay 5.600 aviones matriculados a los que le falta información clave sobre el propietario.

Esto explica cómo los aviones se registran, pero no explica por qué mil aviones están en estos dos buzones de correos de este pequeño pueblo, pero los expertos creen que se debe tratar de que algún experto mediador, gestor, intermediario, ha optado por domiciliar estas fundaciones en este lugar, por pura coincidencia.