La ciudad de Venecia ha visto reducirse a apenas 50.000 el número de sus habitantes oficiales, mientras el volumen anual de turistas que la visitan ha subido a 30 millones.
La planta hotelera ha crecido exponencialmente: ha pasado de apenas medio centenar de establecimientos de cuatro estrellas en 2010 a los actuales 116, y en la categoría de cinco estrellas se ha multiplicado por cuatro la oferta, hasta alcanzar los 21 hoteles de lujo.
Muchos de estos alojamientos se han abierto en antiguos conventos y palacios, mientras que viejos almacenes abandonados han cobrado nueva vida como Bed &Breakfast, informa La Vanguardia, que remarca también la presencia en el mercado de cientos de apartamentos turísticos que trabajan en negro.
El Patriarca de Venecia, Francesco Moraglia, ha pedido que la ciudad esté “abierta a todos”. “Decimos no al turismo de élite, no al turismo de ricos”, ha añadido.
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