El presidente de la región del Veneto, Luca Zaia, ha anunciado este viernes que impondrán medidas para controlar la masificación turística que sufre Venecia. En este sentido, ha reconocido que, "hay que imponer un número máximo de visitantes diarios a Venecia, porque hay días que se superan todas las previsiones y reina el caos".
Esta medida responde en gran parte a las amenazas de la Unesco de incluir la ciudad italiana en su lista de Patrimonio mundial en peligro, algo que dañaría seriamente la imagen del destino y la reputación de sus autoridades.
Por su parte, el alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, insta al organismo internacional a que invierta dinero en la causa. Advierte que "para salvar la ciudad hace falta dinero, así que la Unesco debería desembolsar cifras considerables para participar en la salvaguardia de la ciudad y de su laguna".
Cada día millones de turistas colapsan los icónicos canales de la ciudad italiana, causando cambios en el ecosistema de su laguna y causando el éxodo de los residentes.
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