Los efectos de la crisis del coronavirus varían de forma significativa en función del sector económico analizado. Un informe de Deloitte revela que los directores financieros (CFO) de la industria del turismo y los viajes son particularmente pesimistas respecto al impacto de la pandemia a corto plazo. En el lado opuesto están el sector farmacéutico y el sanitario, con opiniones ligeramente más positivas (La reactivación total del turismo internacional empezará en diciembre).
El sentimiento empresarial, tal como se reflejaba en la encuesta a la Dirección Financiera semestral de Deloitte, ya comenzaba a navegar por una senda pesimista en la recta final. Sin embargo, la propagación del Covid-19 ha empeorado radicalmente el entorno. Las perspectivas de los directores financieros para sus negocios son las peores, de lejos, desde la primera edición de la encuesta en 2015.
Como era de esperar, el optimismo ido cayendo de forma progresiva a medida que avanzaba el mes de marzo. Antes del día 8, tan solo el 28% de las empresas temían una evolución negativa de sus negocios, mientras que un 18% confiaba en una mejora de los resultados. El escenario ha cambiado radicalmente en cuestión de semanas. A partir del 21 de marzo, el 79% de los CFO consultados miran al futuro con desánimo y únicamente un 1% tiene perspectivas financieras favorables.
Si bien ahora hay pocas dudas de que la economía mundial se encamina hacia una recesión, no está claro cómo de profunda será, cuánto tiempo durará y cómo de rápida será la recuperación. Un escenario optimista supone que la crisis, aunque dolorosa, será de corta duración, dando lugar a un fuerte aumento de la actividad económica en la segunda mitad de este año, impulsada por la demanda acumulada.
No obstante, los directores financieros consultados por Deloitte tienen una visión más sombría. Casi el 80% espera que la pandemia tenga un efecto negativo en los ingresos de su empresa hasta bien entrado el otoño. Incluso uno de cada tres espera una caída de dos dígitos en los próximos seis meses.
Las expectativas a largo plazo son solo un poco más positivas. Si bien solo el 10% prevé una fuerte disminución de los ingresos hasta bien avanzado el próximo año y casi el 30% piensa que estarán al mismo nivel que el pronóstico antes del brote, más de la mitad todavía espera que los efectos negativos de la pandemia se extiendan hasta 2021.
Aunque la economia general se reactivara con prontitud es dificil imaginar un escenario en el que el turismo despegara a medio plazo. Y cuando lo haga sera tan distinto que mucha de la estructura, filosofía y directiva seran absolutamente obsoletas. Estamos en la industria 4.0 y este sector todavia tiene como idea de marketing limitada a vaciar el almacén a cambio de una comision cafa vez nenor para volverlo a llenar y vuelta la burra al trigo. Y los directivos ya veis lo que hay. Que agusto se queda uno aunque lo censuren 😉
Dicen que un pesimista es un optimista realista.
Un optimista informado, es el dicho.