Una lista de impresentables del turismo

El comportamiento deleznable de ex personajes que han estado relacionados con el mundo del turismo y que han ocupado cargos relevantes en Caja Madrid, como el que fuera presidente de NH o el exsecretario de Estado de Turismo, al igual que el ex dueño de Marsans, todos ellos en el disparadero de la actualidad por el uso indebido de decenas de miles de euros y en algunos casos de cientos de miles, merece una atención especial por parte de todos aquellos que aman un sector turístico sin indeseables.

Mariano Pérez Claver, Jose Manuel Fernández Norniella y Gerardo Díaz Ferrán no han anunciado que vayan a devolver la ingente cantidad de dinero que gastaron con las tarjetas de Caja Madrid para beneficio propio -hoteles, restaurantes, viajes, ropa, etc- ni parece que tengan la intención de hacerlo. En este caso de estas visas B merece la atención el comportamiento a todas luce ilegal de una persona a los que una inmensa mayoría tenía en alta consideración como es Fernández Norniella.

De Gerardo Díaz Ferrán ya está dicho todo, y por ello paga su penitencia, sus innumerables pecados con proveedores, clientes y, sobre todo, empleados, después de montar una estrategia con gente aún más indeseable, especializados en aprovecharse del mal ajeno para enriquecerse burdamente y que también penalizan sus desafueros con años de prisión. Es raro el día que Diaz Ferrán no aparece en los medios acusado de cometer otros atropellos en su grupo y en la CEOE.

Acerca de Mariano Pérez Claver, sólo los medios españoles del Grupo Preferente se ocuparon de poner en solfa su época del todo oscurantista al frente de la cadena NH, donde puso trabas a todo tipo de potenciales inversores que no fueran de su cuerda o que no estuvieran por él controlados. No situó a su esposa como proveedora de la hotelera, como hiciera su antecesor en el cargo, y era mucho más simpático que Burgio, pero dejó NH aún peor de cómo se la encontró.

Norniella, por su parte, y aunque fue un hombre de paso en Turismo, colocado por su mentor Rodrigo Rato, no llevó a cabo un papel tan malo como sus predecesores o los que le luego lo sustituyeron, fueran de su partido o del contrario, siempre se le tuvo por persona seria y de probada ética. Tararí que te ví: también se situó a la altura del resto de desalmados consejeros y directivos de Caja Madrid que actuaron a saco en esta entidad, sin el más mínimo pudor y campando a sus anchas.

Esta gente, afortunadamente ya retirada de nuestra industria, no son los únicos que han cometido acciones criticables y en algunos casos penales. Es decir, no son los únicos tragapanes que se han apoderado de los cargos públicos e incluso de los privados, como si las instituciones o las empresas fueran suyas, sino que ha habido y aún hay abusones que hacen del dinero ajeno de su capa un sayo, pillatigres sin escrúpulos, como algunos administradores de empresas en suspensiones de pagos.

De todos ellos, cargos públicos o privados, debería existir una lista negra para bien de un sector turístico que tiene que estar a la altura de su importancia en la economía española. Una lista con directivos que han hundido empresas de forma zafia, incluso por asuntos personales, tal cual el de Orizonia. Una lista con empresarios que no dignifican a sus colegas, como los conchabados con la CAM en Riviera Maya o como los que han robado a Hidalgo, Escarrer, Piñero y en menor medida a Fluxá y a Bhavnani...

E incluso una lista de ejecutivos de banca que han realizado y siguen llevando a cabo operaciones opacas con inversores y compradores, sin olvidar a bancos como los que después de padecer la caída de Orizonia están dispuestos a financiar los nuevos proyectos de sus depredadores, en uno de los mayores despropósitos cometidos por las entidades de crédito de nuestro país. Esta patulea representa un porcentaje bajo pero suficiente para causar un tremendo daño que no se merece el Sector.

Lo grave, lo preocupante, es que bastantes miembros de la clase dirigente turística de nuestro país, lideres respetados en algunos casos, bien por no molestar a los partidos que gobiernan, bien por pusilanimidad o bien porque tienen algo que esconder, no se atreven a dar el paso. Una vez la revista Preferente, no hace mucho, pidió la elaboración de una lista negra de gentuza de probada mangancia, con el propósito de regenerar el Sector. La propuesta cayó en saco roto.