Air Europa 2009; Air Europa 2013

El último momento de euforia inesperada de Air Europa data de la primavera de 2009. Entonces, como ahora, confluyeron varios factores que la hicieron dispararse: bajó el petróleo; Spanair tenía problemas, y quebró Futura. Unos meses antes la daban por muerta, y sorpresivamente resurgió con potencia.

Hidalgo se esfuerza este año en insistir que el repunte de su compañía ha sido por la crisis de Iberia. Lo proclama a los cuatro vientos, pero los beneficios históricos que va a lograr Air Europa no vienen solo de tres rutas –La Habana, Montevideo y Santo Domingo—en las que se ha quedado el monopolio.

Air Europa, como hace cuatro años y medio, se ha disparado por una suma de factores, como la bajada del petróleo y la quiebra de charters. La CNC objetó que la fusión con Orizonia daría el monopolio a Globalia en las rutas al Caribe y entre el norte de España y Canarias, por lo que al cerrar Orbest, Air Europa se ha quedado claramente sin competidores en estos trayectos. Aunque por motivos obvios, este razonamiento es silenciado desde Pozuelo-Llucmajor.

A ello se le unen algunos asuntos más: el agudo recorte de Ryanair y EasyJet en Barajas al dispararse las tasas; las operaciones cedidas a Privilege y Swiftair, y la magnífica gestión de flota cuyo mérito hay que atribuirle exclusivamente a Hidalgo.

Air Europa va a ganar este año 50 millones según su dueño, un poco más según algunos directivos, ligeramente menos según otros, y un poco menos todavía según el mismo ejecutivo a medida que cae la tarde. Y parte de esta ganancia ha sido a base de cargarle las pérdidas a Travelplan y Halcón, con tarifas altísimas.

Porque Globalia es un grupo único en su especie, como con acierto y orgullo proclama su presidente, donde lo que cuenta, por tanto, es el resultado final. Y la agencia, los touroperadores, el banco de camas-receptivo, y los hoteles van a sumar unas pérdidas que van a achicar en una muy importante parte la cosecha de Air Europa.

Será, eso sí, el primer ejercicio de los últimos en los que no tendrá una destacada cifra en números rojos. Pero persiste en Globalia, en el año que quebró su grupo replicado, un modelo en el que se facturan más de 3.000 millones de euros para empatar en el mejor de los casos, con márgenes planos y la deuda intacta.