Level, la filial low-cost de British Airways, acaba de entrar en una guerra delicada: operará entre París y Montreal, entre París y Guadalupe y entre París y Martinica. ¿Por qué esta decisión de Willy Walsh, el presidente de IAG, la matriz del grupo, es importante? Porque es una declaración de guerra de IAG a la débil Air France, que no sabe qué será de ella mañana mismo.
Air France está perdiendo dinero de forma constante desde hace ya tiempo –compensa en parte sus malos resultados gracias al negocio de mantenimiento de aviones y a la aportación de KLM, que sí va bien– y ahora IAG lanza una competencia en lo que hasta el momento era un terreno propio de Air France: el mercado francófono de Quebec, en Canadá, y las islas de ultramar, en el Caribe. No es precisamente un gesto amistoso y menos en un momento tremendamente delicado.
El problema para Air France no es sólo que IAG la ataque de esta forma, sino que también Norwegian vuela contra Air France en el lucrativo mercado del París Nueva York, en el que Level anuncia que va a entrar desde septiembre. Y, además, allí aparece Primera, que operará esta línea, además de XLAirways y la islandesa WOW, que aunque opera con una escala en Reikiavik, también se suma a la batalla.
Así, Air France, aún sin presidente, con las huelgas pendientes de llevarse a cabo, con el conflicto laboral sin resolver, se enfrenta a una agudización de la competencia, que lleva a algunos a prever una batalla en su contra, con el objetivo no declarado de, tal vez, apostar por su cierre. En todo caso, el tiempo corre en contra de una de las que fueran grandes aerolíneas del mundo y que en estos momentos necesita un plan de acción creíble que de resultados a corto o medio plazo.
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¡Caramba! En solo unos párrafos están incluidos varios de los paradigmas de la aviación europea que están de moda.
La filial de British que opera con la marca Level, no Level, va a operar desde Paris. No hay riesgo para Air France porque según uno de los mantras actuales no tiene futuro ya que L´Avión , antiguo nombre de la filial de British, operaba vuelos trasatlánticos con un 757 de un pasillo y ahora ha cometido el error de usar un 330 de fuselage ancho. Vamos, lo contrario de lo que se lleva estos días basado en conocimientos de intrépidos periodistas y reputados aerodinamicistas.
IAG entra en el mercado propio de Air France que es el ámbito francófono y como todo el mundo sabe lo que mas mira el cliente es la lengua con la que se le trata como se ha podido demostrar aquí mismo en España con la escasa aceptación de Ryan por parte de la población.
Si bien lo mas grave viene del hecho de que Air France se encuentra sin presidente. Cosa terrible donde las haya. No hay mas que ver lo que le ha ocurrido a Alitalia que si ha mejorado en todos sus números desde la dimisión de su directiva ha sido solo debido a la suerte, según articulo anterior en esta misma web.
Y ya fuera de los tópicos no deja de ser interesante la curiosa circunstancia de que Air France que controla su mercado y es propietaria de KLM permita que esta última se beneficie de transferencia de producción propia y sin embargo esta transferencia llega incluso a llevarla hasta los problemas con los que se encuentra. Me refiero a la propia Air France.
Y es que esto ultimo no es nada nuevo. Lo hemos visto claramente en Iberia donde después de una fusion se invierten los términos de capitalizado y endeudado o después de la creación de filiales se inducen problemas en la matriz.
"como todo el mundo sabe lo que mas mira el cliente es la lengua con la que se le trata como se ha podido demostrar aquí mismo en España con la escasa aceptación de Ryan por parte de la población."
La escasa aceptación, dice...¡Me parto! 😀