Lo que está ocurriendo entre Boeing y Bombardier, por la fabricación del nuevo avión CS300 es absolutamente vergonzoso para la firma de Seattle. Boeing acusa a Bombardier de recibir subvenciones y el Gobierno americano ha decidido aplicar un arancel de más del 200 por ciento para las ventas acordadas a una aerolínea americana.
El problema es que Canadá, país propietario de Bombardier, es un país amigo y que una parte fundamental del avión se produce en Belfast, Irlanda del Norte, donde los puestos de trabajo corren peligro.
Anoche, sin embargo, la historia de este avión, del que las compañías dicen maravillas, dio un súbito vuelco cuando Airbus confirmó que adquiere la mitad más una de las acciones del proyecto y, por lo tanto, el avión pasa a ser del consorcio europeo.
Como ven, no estamos hablando de empresa sino de política, porque este modelo no encaja en la estructura de Airbus. Pero Airbus es una compañía puramente política, como Boeing. Así que ahora entramos en una nueva etapa del conflicto. Airbus contra Boeing, una historia que conocemos desde hace mucho.
Bombardier probablemente quede marginada del proyecto. La compañía se ha hundido con este avión. Ha sido un éxito técnico, pero ha tenido retrasos que han encarecido el proyecto. Y el boicot americano, impresentable y vergonzoso, puede haber terminado con la economía de la compañía.
La historia es apasionante, impropia de estos tiempos, pero es que Trump es impropio del mundo de hoy.
La historia de Fokker se repite. Una gran compañía hundida por motivos políticos. Los Fokker en sus diferentes variantes no han sido técnicamente superados aún, pero la fábrica cerró porque no podía sobrevivir dentro del sistema político-económico de la UE.
Pues cuando interesa si que vale lo que cuando no interesa es anatema.
Aveces en el fragor de la batalla hasta se mezclan intereses mundanos con inspiraciones teologicas.
Verbi gracia en el articulo vemos como se critica el proteccionismo de USA cuando la afectada es bombardier "propiedad de Canada". Y menos mal que airbus que es " una empresa politica" ha entrado al quite.
Y todo por culpa de Trump.
Ese señor que ha reducido el poco paro de su pais, que protege a los trabajadores de su pais frente a los intereses de empresas supranacionales, que hace menos atractivo el exodo para las empresas nacionales y...
Y todo eso añadido a un detalle muy importante pero que en Europa y nuestro pais ni se comenta por el paro que provocaria.
Paro entre la clase politica, para mas precision.
La reduccion de burocracia y exceso de regulacion. Por cada nueva ley propone que se deroguen dos antiguas.
A lo mejor hay que aprender algo y centrarnos un poco mas en el meollo que en la parafernalia que tanto predicamento tiene entre progres de marca y apesebrados.