Faltan unos días para que tanto Airbus como Boeing hagan públicas sus cifras de producción de aviones del año pasado, 2018. En estos momentos, los dos grandes fabricantes están prácticamente empatados, aunque algunos datos apuntan a que Airbus, que tradicionalmente era más pequeña, puede estar a punto de superar al fabricante americano en producción. En pedidos, que es el otro indicador, lo superó ya hace dos años.
En este año, parece que Airbus no ha llegado a los 800 aviones que quería haber fabricado. Se habría quedado apenas diez aviones por debajo de la meta, pese a que en diciembre prácticamente batió su récord con unos 127 aviones. Falta ver las cifras de Boeing para comparar.
Sin embargo, 2017 y 2018 han tenido un episodio insólito en la lucha de estas dos grandes empresas en la búsqueda de la supremacía: Boeing le ha echado una mano a Airbus, cuando nadie se lo esperaba. Ni ella, siquiera.
Por supuesto, Boeing no quería ayudar a Airbus, pero lo ha hecho. Boeing, en una operación que cuesta entender, lanzó una batalla contra Bombardier, el fabricante canadiense, cuando este consiguió vender 70 aviones de su nuevo modelo, CS100 y CS300, a Delta. Con el apoyo del gobierno de Trump, Boeing consiguió frenar la operación. Pero Bombardier no se quedó quieta y cedió toda su línea de negocio a Airbus, que ha rebautizado esos aviones como Airbus A220. Así que hoy, gracias a la maniobra de Boeing, Airbus suma a sus lista de aviones vendidos los de este modelo. Pero es que además, Delta mantiene su compra y otras aerolíneas americanas están o negociando o ultimando la compra de más unidades de este modelo que, por cierto, se dice que es el avión más perfecto nunca fabricado.
En respuesta a su gran desastre, Boeing ha intentado hacerse con la brasileña Embraer. De hecho cerró un acuerdo que no se ha terminado de ejecutar porque hace unos días un juez brasileño ha puesto trabas a la operación. Habrá que ver ahora qué hace un presidente ultranacionalista como es Bolsonaro ante una situación así.
En los próximos días sabremos si este año, por fin, Airbus supera a Boeing no sólo en pedidos sino también en producción de aviones.
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