EasyJet y Ryanair

Ryanair sigue dedicando su tiempo a hablar de seguridad. De hecho, el propio presidente de la compañía escribió una carta dirigida a preferente.com en respuesta al artículo de opinión publicado por Tomás Cano bajo el título Ryanair: dimisión o medalla. En esta redacción, la misiva de Michael O’Leary llegó en primer lugar en inglés, y al día siguiente, ya al fin traducida al castellano. Su tono es amable, una vez que las amenazas coparon sus últimas comunicaciones con esta casa. Reproducimos su carta a continuación:

“25 de septiembre 2012

Al director de
Preferente

Muy Señor mío:

Quisiera corregir el artículo de opinión publicado hoy por Tomás Cano en Preferente, ya que el Sr. Cano ha ignorado por completo los siguientes hechos:

1. El informe oficial sobre los tres desvíos a Valencia el 26 de julio confirma que los tres aviones repostaron combustible extra ese día y que los tres pilotos cumplieron plenamente con la normativa de la UE. Por ello no hubo incumplimiento de las normas de seguridad de la UE.

2. El comunicado conjunto emitido por los Ministerios de Transportes de Irlanda y España, después de la reunión celebrada en Dublín el pasado 18 de septiembre, confirmó que "los estándares de seguridad de Ryanair están a la par con los de las aerolíneas más seguras de Europa".

Estos hechos confirman que las afirmaciones del Sr. Cano acerca de que Ryanair “esté en el límite" son simplemente falsas. Los estándares de seguridad de Ryanair están a la par con los de las aerolíneas más seguras de Europa.

Tal vez el señor Cano debería ahora reconsiderar su postura, ya que el historial de seguridad de Ryanair es uno de los mejores entre las aerolíneas europeas.

Le saluda atentamente

Michael O'Leary
Presidente”

Ryanair vuela 1.500 vuelos al día en la actualidad, y lleva un cuarto de siglo surcando los cielos europeos. Es la aerolínea que más pasajeros transporta en vuelos internacionales. Nunca ha tenido un accidente, y dado su volumen, la cifra para calibrar con exactitud su seguridad es el ratio entre incidentes y número de horas. Y sus cifras ahí son incontestables. El debate no debe estar en la seguridad, aunque la aerolínea haya cambiado su política de combustible tras los tres maydays en un día en Valencia.

Lo que alarma al mercado es lo que llaman “competencia desleal”. El ejemplo es que Ryanair lleva bases abiertas en España desde hace años, cubriendo multitud de rutas nacionales, y sus trabajadores no cotizan en nuestro país. No así, como es obvio, en el resto de aerolíneas. Easyjet, además de por la subida de tasas, se ha visto obligada a cerrar su base de Madrid por que su principal competidor no tiene sus mismos costes en el apartado de tributos laborales. De hecho, no solo eso, sino que además ha recibido 100 millones en subvenciones entre el 2007 y 2011, según la CNC.

Bruselas ya emitió un reglamento en abril sobre considerar las bases aéreas como centro de trabajo. Ello implicaría que Ryanair, para la que España supone un 40 por ciento de su negocio, tuviera que cumplir las mismas normas que el resto. Ahora la palabra la tiene el Gobierno. El país debe decidir si prefiere seguir perjudicando a aerolíneas como EasyJet, Air Europa, Vueling o Air Berlin, al agraviarlas respecto a las inexplicables ventajas que disfruta Ryanair.