El gran fin de semana de IAG

Hoy, lunes, acabará sin novedades la operación de transportar miles y miles de aficionados ingleses a Madrid para la final de la Champions. Una semana antes se había ensayado algo similar, en una proporción mucho menor, con Azerbaiyán. Pero este fin de semana fue con España.

La operación se desarrolló sin incidencias importantes. La casi totalidad de los vuelos operaron puntualmente, con la desafortunada excepción de un vuelo de Thomas Cook, por razones perfectamente comprensibles.

En juego había un dineral porque los aficionados se han mostrado dispuestos a pagar cantidades desorbitadas de dinero para ver la final en Madrid, hasta 30 veces el valor ordinario del vuelo. Así que todas las compañías se pusieron en marcha para aprovechar la oportunidad.

Sobre todo en tres de los seis aeropuertos de Londres, en el de Liverpool y un poco menos en Manchester, estuvieron compañías como Titan, Corsair, Ethiopian y varias polacas y, por supuesto, nuestras Wamos, Air Europa y Alba Star. Todos acudieron raudos. Sin embargo, el grupo empresarial que realmente se volcó fue IAG, especialmente su rama española. Vueling operó quince vuelos en cada sentido con Liverpool, de largo la compañía que más servicios prestó; Iberia reforzó sensiblemente sus vuelos a Londres, con operaciones especiales a Luton y Stansted, tanto con aviones de dos pasillos como con los menores, directamente o mediante Iberia Express.

Un verdadero despliegue que se notará en la cuenta de resultados porque, incluso teniendo presente que ha habido que hacer varios vuelos con el avión vacío, los precios de venta de los billetes fueron extraordinariamente rentables.

Sin embargo, las dos low-cost británicas, Easyjet y Ryanair, apenas respondieron. En un caso hubo algún vuelo adicional, en el otro un pelín más. ¿Por qué estos comportamientos diferentes?

Evidentemente, esto explica la intensidad del uso de las flotas. Las compañías tradicionales españolas hacen  un uso menos intenso de sus aviones, de forma que han podido forzar las cosas en este fin de semana para aprovechar la oportunidad. Pero las low-cost más agresivas, en cambio, tienen tan explotada su flota, sus calendarios son tan ajustados, que apenas han podido aportar algún avión, insignificante en la marea que tuvo lugar.

No es fácil decir qué es mejor, si exprimir la vaca todo el año o si hacerlo a tope un fin de semana.