El liderazgo del nuevo presidente de Vueling

Javier Sánchez-Prieto ha resultado el elegido para ser el presidente de Vueling, que es la aerolínea española que más pasajeros transporta. No es por tanto una noticia menor. El hasta ahora director financiero de Iberia quedará como el líder de la principal aerolínea del país medida por cantidad de clientes. Vueling logró en 2015 superar los 20,5 millones de viajeros, mientras Iberia quedó en 12,5 millones y su filial Express en 4,1 millones.

Es normal en momentos así, con el nombramiento recién anunciado, analizar si el directivo tiene el perfil para un puesto de ese nivel. Y de lo que hay constancia es que no era Javier Sánchez-Prieto la primera opción de IAG ni de Willie Walsh. Se buscaba a un ejecutivo que tuviera experiencia como CEO de una gran empresa sin que tuviera que ser del sector aéreo, porque ahí son habas contadas. A quienes se tanteó rechazaron amablemente la sugerencia. No es una tarea fácil encontrar perfiles para presidir aerolíneas, y valga como ejemplo el de Avianca, que lleva meses con un interino ante la falta de candidatos que agraden.

IAG, al acercarse el plazo de la incorporación de Alex Cruz a British Airways, decidió por la promoción interna, que tan bien ha funcionado con Luis Gallego. Pero la novedad en el caso de Javier Sánchez-Prieto es que procede del área financiera en lugar de la de operaciones, como era el caso del actual presidente de Iberia, y que parece más decisiva en el buen funcionamiento de una compañía aérea.

Sin embargo, a favor de Javier Sánchez-Prieto, de 45 años, juega que ha estado a cargo de la planeación estratégica casi desde el inicio de su carrera, y esta visión y experiencia es clave para un consejero delegado. El puesto de financiero ha sido tan solo en su etapa más reciente, e incluso antes de fichar por Iberia Express ejerció de director general de una empresa aunque no muy conocida.

Pero lo más importante es que Javier Sánchez-Prieto demuestre ser un líder, como sin duda lo ha sido Álex Cruz y también Luis Gallego, aunque en este caso al principio hubiera dudas por su discreción, que ahora ha acabado convirtiendo en un activo para legitimar su liderazgo y lograr la aprobación de la plantilla. Álex Cruz innovó el concepto, se atrevió con nuevas rutas y enfoques, defendió a Vueling en los momentos más difíciles de competencia con Spanair y una Generalitat volcada en apoyarla, y ello le ha valido su desembarco en la cúpula de British. Comprobar el liderazgo de Javier Sánchez-Prieto es el examen pendiente, el factor clave, y también su creatividad y valentía, y de ello será de lo que dependa en gran parte su éxito.