Gente ‘normal’ en Iberia

José Antonio Barrionuevo ha protagonizado el último ascenso en Iberia, hasta alcanzar uno de los cinco puestos más importantes de la aerolínea, la dirección financiera. La trascendencia del cargo se aprecia en que fue la plataforma para su último ocupante de llegada a la presidencia de Vueling, que como recordamos aquí es la compañía española que más pasajeros transporta. 

El ascenso de Barrionuevo sigue la tendencia en Iberia de que la gente ‘normal’ ocupe los puestos de más responsabilidad, a diferencia de lo que había venido siendo lo habitual en la compañía, con más ‘señoritos’ o financieros de inmenso ego, con sus más caros trajes y elevadísimo tren de vida. No hace falta dar nombres concretos porque para la mayoría es fácil caer en ellos.

Ahora en Iberia hay profesionales del negocio, que suman su cierta juventud a su competencia y conocimiento de la industria, sin que ello les suponga mirar por encima del hombro como ocurría antes, pues de hecho ahora los perfiles, con el primer ejemplo de su presidente, son de gente humilde a la par que firme cuando la ocasión lo requiere.

Iberia, ahora que ha optado por la gente ‘normal’, causa mucho menos rechazo entre un sector donde frecuentemente los que están más arriba tienden a ser algo más estirados y exigir unos protocolos de contacto faltos de la naturalidad que en estos tiempos se impone en todo el mundo al calor de los teléfonos con cámaras.

Estos perfiles legitiman más a la cúpula como líderes del proyecto, junto a medidas como renunciar a más de medio millón de euros de bonus, que correspondían al número uno pero que, en una decisión que pocas personas serían capaces, renunció a cobrarlos al menos hasta que la aerolínea no mejore, pues sigue recordando que aún las cosas están mal pese a que el mercado ahora percibe todo lo contrario.