La noticia, conocida hace pocos días, dice que Gran Bretaña ha decidido continuar en los organismos de seguridad aérea europeos, sin alterar así su relación con el continente. Los pilotos integrados en Balpa, su 'Sepla', han celebrado la medida.
En realidad, era absolutamente lógico que las cosas no cambiaran. Puede que existan motivos para que los británicos quieran abandonar la Unión Europea, pero ello no afecta a mil cuestiones que funcionan bien y en las que la ruptura sólo puede introducir confusión y dificultades.
Ahora, naturalmente, aún queda lo más difícil, que no se ha negociado pero que debería de ser evidente: la libertad para que las compañías aéreas de Europa y de Gran Bretaña puedan volar en los territorios de la otra parte. Así está siendo hoy --recordemos que uno de los mayores operadores en Gran Bretaña es la europea Ryanair o que Easyjet o Vueling son de titularidad británica y vuelan en Europa--. Es una obviedad, pero nunca faltará quien tenga la tentación de hacer que su incapacidad para competir se resuelva con el cierre de las puertas para el competidor.
No debería ser el caso, no deberia ocurrir, pero es una tentación que probablemente termine por desaparecer. Lo que está en juego es demasiado importante como para jugar con ello.
Vamos a ver Sr. Alcocer. Repita conmigo.
La M con la O, MO.
La T con la O, TO.
Ahora todo junto, AMOTO.
No nos quiera vender la amoto. Una cosa es EASA, el equivalente a la FAA, y otra cosa los derechos de vuelo.
El Reino Unido puede permanecer en la normativa EASA, igual que en OACI, y sin embargo no tiene derecho sobre los derechos de trafico bajo soberania de otros paises. Salvo que estos lo permitan, claro.
Seguro que ni Alemania ni Francia lo permiten si no es bajo un intercambio ventajoso para ellos.
Respecto a un pais con periodistas con las ideas del sr. Alcocer...ya veremos.