Hay que comprar vacunas

Evidentemente, Europa no es capaz de resolver el problema de las vacunas. Y España parece paralizada, a la espera de que llegue una solución del cielo. Pero los españoles nos jugamos mucho, nada menos que miles de vidas y, también, millones de euros que se ingresan en una temporada turística de verano.

Si la solución al virus son las vacunas, y si las vacunas están disponibles para quien las compre, es evidente que hay que saltarse el bloqueo burocrático creado por una larga lista de autoridades incapaces de ofrecernos una solución.

Ustedes dirán que hay que respetar lo que diga Europa, pero sin embargo, Alemania ha comprado 30 millones de dosis por su cuenta; Hungría ha autorizado la vacuna rusa –y no será que adore a los rusos– para resolver su problema, y Croacia está a punto de hacer lo mismo.

Si pensamos que algunas vacunas tienen un precio de apenas tres euros, resulta inverosímil la situación en la que estamos sumiéndonos, con un país paralizado, miles de personas sin tratamiento médico y, también, no menos importante, la economía paralizada. Que los turistas del norte estén hoy hablando con Grecia para pasar el verano y que nosotros no estemos en la lista, dado nuestro desastre sanitario, es un elemento que debería preocuparnos seriamente.