El A330 de Iberia bautizado recientemente como Juan Carlos I fue el encargado de llevar a América a la Selección Española de fútbol desde el aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid para disputar el Mundial de Brasil. Iberia decidió ponerle a uno de sus aparatos el nombre del ya abdicado Rey, en coincidencia con el cambio de imagen de la aerolínea, a la que se le quitaba de su estética tras casi cuarenta años la corona que le fijó Manuel Prado y Colón de Carvajal, presidente de la compañía en esa época y reconocido como el mejor amigo que durante su reinado ha tenido Juan Carlos de Borbón. El monarca tuvo la deferencia de grabar un vídeo para la presentación de la nueva imagen de la compañía, y durante las horas más críticas del conflicto laboral no dudó en enviar un espontáneo mensaje de apoyo a quienes conforman el grupo humano de Iberia. El Rey ha tenido una relación especial con la compañía líder en las conexiones entre España y América Latina, y como ya hiciera Iberia hace unos meses, ha decidido iniciar una nueva era llena de esperanza, en la que por un lado se esperan las reformas políticas que permitan una democracia moderna en la que con listas abiertas sean los ciudadanos y no los partidos quienes rijan sus destinos, y por el otro, que se encargue la nueva flota que hará posible volver a situar a Iberia en la elite de la aviación mundial.
Preferente.com Diario para profesionales del Turismo