La Generalitat

La Generalitat ha decidido desentenderse de Spanair, cuya liquidación deja en manos de un Ferran Soriano que probablemente tenga la cabeza más en los fichajes que vaya a hacer para el Manchester City, en lo que supondría su vuelta a un negocio del que de verdad es un experto.

La Generalitat de Cataluña ha sido la que, como por todos es sabido, hacía y deshacía en Spanair. Era la Generalitat a través de sus diversos cargos la que filtraba a la prensa negociaciones con Qatar que no se creían muchos. Era la Generalitat la que enviaba emisarios al emirato. Era la Generalitat la que inyectaba fondos, y la que tenía en su mano decidir cuando cerrar el grifo.

Soriano ha revelado que la Generalitat no le informó de la ruptura de negociaciones con Qatar, sino que se enteró con la prensa. Cierto que durante la mañana del viernes que supuso el cierre de operaciones de Spanair, su cúpula no había tenido noticias directas sobre el asunto.

Quienes sí lo sabían desde la tarde del jueves eran los periodistas de cabecera de la Generalitat, los que reciben las filtraciones interesadas de miembros del Ejecutivo catalán que preside Artur Mas. Los mismos que habían dado por hecha la entrada de Qatar en Spanair con la compra de un 49 por ciento.

Así, la actitud de la Generalitat con Spanair ha sido primero el dar prioridad a la prensa sobre informaciones de gran valor, y segundo, una vez el problema ha estallado, desentenderse. Nada nuevo sobre los políticos: predilección por los focos y evasión de responsabilidades.