Monarch es una aerolínea histórica: de haber sobrevivido, el año que viene hubiera cumplido 50 años. Era una compañía parte de un grupo de viajes, Globus, en el que se vendía desde el hotel al avión, pasando por el desplazamiento entre el aeropuerto y el alojamiento. Como eran las aerolíneas charter en el pasado.
La compañía tenía su propia cultura, resultado típico de lo que siempre fue una empresa familiar. Los dueños eran unos acaudalados suizo-italianos, de apellido Mantegazza. Los Mantegazza hicieron todo lo que pudieron para modernizar la compañía. No en vano Monarch es la única superviviente de su época. Todas las demás cayeron estrepitosamente. La lista de aerolíneas británicas hundidas en los últimos veinte años es interminable.
Pero en 2014, llegadas estas fechas, los Mantegazza no aguantaron más. Habían ampliado capital tres veces, sin que las cosas llegaran a mejorar lo suficiente. Habían conseguido convertir la compañía en una low-cost con una cuota importante de clientes de paquete turístico, pero no habían conseguido reducir los costes. Los empleados habían aceptado reducciones salariales que nadie habría firmado, pero ni aún así.
Monarch seguía conservando hábitos de compañía seria, con clase. Sus horarios están adaptados a la lógica. Algunas veces sus aviones tenían su primer vuelo a las 9. Sus escalas eran de 50 o 60 minutos, cosa impensable hoy. Su servicio, impecable. Y sus precios, adaptados a la nueva realidad, o sea bajos.
Retirados los Mantegazza, aparece al frente de la compañía el fondo de inversiones Greybull Capital. Ya saben: jóvenes expertos salidos de las escuelas de negocios. El resultado de 2016 es el peor de la historia de la compañía, con pérdidas diarias de 800 mil euros, insoportables para cualquier inversor.
Así que probablemente Monarch desaparezca y con ella se va una parte de la historia de la aviación. En el museo de la aviación de Duxford, cerca de Cambridge, siempre quedará un Caravelle original de Monach, de los setenta, que recordará lo que un día fue un modelo de negocio hoy absolutamente enterrado.
el avión que está en duxford es un Bristol Britannia,no un Caravelle