El martes por la mañana, Pedro Sánchez le dijo a la prensa que tenía un ‘plan de choque’ para estimular la economía española en estos momentos tremendamente difíciles, y que habría un consejo de ministros extraordinario para aprobarlo. Unos pocos minutos después, en otro punto de Madrid, Nadia Calviño, que no sabía lo que acababa de decir el presidente, preguntada sobre si habría un plan de ayudas, dijo que aún no era el momento y que no se contemplaba. Ya se pueden imaginar quién no mentía.
Este jueves, finalmente, el presidente compareció para explicar sus ayudas que suman exactamente cero euros.
No obstante, son correctos los titulares que publican algunos medios afirmando que el Gobierno “inyecta” 14 mil millones de euros en el sistema. Porque, es verdad que durante un tiempo, las empresas dispondrán de ese dinero. El presidente, que evidentemente reunió de urgencia a su equipo para pedirle cualquier línea de ayudas que pudieran concebir, consiguió que Hacienda le aceptara un retraso en el pago de una variedad de impuestos para algunos tipos de empresas. Retraso, no cancelación, ni reducción. Retraso sin recargos, pero nada más.
Eso significa que durante un tiempo, las empresas tendrán esos 14 mil millones consigo.
Hay una segunda ayuda que consiste en líneas ICO. Esto no es más que créditos a tipos preferentes. Un tipo preferente, hoy en que los tipos están bajísimos, es una ayuda, pero para el gobierno son cuatro chavos. Y para las empresas tampoco es nada, porque el principal de la deuda siempre es a devolver.
Y, finalmente, hay 3.800 millones para las autonomías, para que su sanidad no se colapse.
Esto es todo. O sea, nada. No hay ni un euro real para las empresas.
A mí me parece absolutamente comprensible esta política. España lleva ya dos años sin gestión económica, con una deuda pública que está prácticamente en el cien por ciento de su PIB y esta crisis nos pilla con el agua al cuello. O sea, cada uno tendrá que salir de ella como buenamente pueda. Y ya sabemos que muchos no podrán porque esta crisis tiene pinta de que será muy profunda, especialmente en el sector turístico y del transporte.
Pues otra prueba palpable de que la economía depende de las empresas y autónomos, no del gobierno.
Cuando hay problemas de verdad la solución que han encontrado consiste precisamente en reducir impuestos asumiendo que estos son en realidad una carga para la economía.
El Estado necesita impuestos para ofrecer unos servicios pero ahora mismo están reconociendo que tal vez se han pasado.
En la economía neoliberal que defendéis deberiais apañaros vosotros mismos y no pidiendo subvenciones
lo que deberian en este caso mientras no puedan abrir sus negocios es eximir a los autonomos del pago de las cuotas a la seguridad social por ejemplo.
Me parece que fue el de la Gurtel el que dejo la deuda en el 100 por 100 del PIB. Además, fue el que les dió 60.000 millones a las cajas. Además de mirar a otro lado la evasión de capitales mediante pagos de impuestos en paraisos fiscales por no hablar de no se qué de "amnistia fiscal". Ahora, cuando nos ha venido algo gordo, nos lo tendremos que trabar los de siempre.
En fin... Hoy no te has tomado la pastilla, ¿verdad?
Obviamente ahora todo el esfuerzo económico debe centrarse en la sanidad, otra cosa es que más adelante se valoren las pérdidas y se pueda actuar en consecuencia. Estamos en una situación en la que no sabemos si serán 2 semanas o dos meses y la demanda turística es súper sensible,y cuánto va a durar el brote, nadie lo sabe. Pero ahora mismo creo que están haciendo lo correcto. Sin salud no va a viajar nadie, lo primero es lo primero.