Viajar, una de las experiencias más interesantes de las que tenemos a nuestro alcance, se está convirtiendo para el viajero en una especie de peripecia llena de obstáculos, en la que los protagonistas aceptamos ser sometidos a toda clase de abusos, impropios de lo que debería suceder con una relación proveedor-cliente.
En una breve serie de artículos que continuarán en los días siguientes explicaré algunas de las sensaciones más aberrantes que viví este verano, con muchos aditamentos de viajes anteriores que, más o menos, nos han sucedido a todos, para concluir pidiendo que se ataje este abuso que, a mi entender, está superando lo que podría esperarse lógicamente en este contexto.
La experiencia estresante comienza con la compra del billete de avión. Hasta no hace tanto, bastaba con ir a una agencia de viajes y ellos se encargaban de todo, haciéndose responsables de los problemas que se derivaban de los viajes. Hoy, no. Hoy uno debe buscarse la página web e interactuar con una máquina que te insiste en venderte lo que uno no pide (maletas, seguros, teléfonos, billetes de bus, hoteles, coches de alquiler), que te amenaza con que si los datos aportados no son correctos, no habrá ocasión de rectificar, que te indica que no toques nada so pena de que tengas un cargo dos veces, etcétera.
Confieso que comprar estos billetes es una aventura angustiosa, porque si uno se equivoca en el día o en la hora, si la conexión no está medida al milímetro, ha perdido el dinero irreversiblemente. Recuerdo haber llegado un día al aeropuerto para iniciar unas vacaciones con mi familia y comprobar que uno de los cuatro billetes tenía la fecha errónea, por no sé qué razón, y tuve que pasar por taquilla para comprar un billete adicional a un precio astronómico. ¿Tanto costaría que nuestras autoridades nos permitieran unas horas para rectificar un error material?
Todo ello, además, bajo la presión de que en cualquier momento cambian los precios, con lo que ello supone en algunas ocasiones. Una aerolínea, por ejemplo, identificala IPdel cliente y en una hora sube los precios que para otras IP siguen al atractivo nivel de antes.
Después viene la identificación. ¿Dónde está el pasaporte? ¿Dónde el número (en España es difícil saber el número del pasaporte, porque en él hay dos datos, siendo uno de ellos coincidente con el DNI, y otro que no tiene relación)? La no coincidencia de los datos, la pérdida de la tarjeta de embarque pre-impresa en casa, todo supone el riesgo de pagar importantes cantidades adicionales.
Algunas compañías aéreas permiten comprar varios billetes de una vez, pero otras no, exigiendo repetir complicadas operaciones por cada tramo del viaje. Y, encima, muchas varían sus prácticas, cobrando más por esta o aquella tarjeta de crédito o débito, sin venir a cuento. En una, facturar en casa no tiene coste; pero en otras, sí, haciendo que quien no quiera pagar deba hacer las colas en el aeropuerto; en unas el asiento sale pre-determinado, en otras es una caza y captura de una plaza razonable.
No hablemos si uno viaja con un instrumento musical, material de arquitectura o equipamiento deportivo: todo es diferente, complicado y siempre a riesgo del comprador, nunca del vendedor.
Y no digamos qué ocurre cuando algunas páginas web funcionan de aquella manera. Ahora, tras varios años, diríamos que todas tienen unos mínimos, pero no hace tanto que algunas renombradas compañías tenían páginas lamentables, que conducían sistemáticamente al error y a la confusión.
Nos quedaría la experiencia del hotel, pero aquí las cosas son un poco menos complicadas, desde el momento en que, en general, el cargo de la habitación no es instantáneo.
O sea que aún no llegamos al aeropuerto y ya hemos tenido oportunidades para sufrir una experiencia insólita, impropia de quien se apresta a pasar unos días de relax.
creo que actualmente basta también con ir a una agencia de viajes para que te lo organicen todo perfectamente y no haya equívocos de fechas, de equipajes cobrados por 2, etc. seguro que tu agente de viajes te recibe con los brazos abiertos y seguramente con su experiencia (porque cada compañía es un mundo que nosotros conocemos al dedillo) tus vacaciones dejaran de ser estresantes.
Sólo comentar que todas estas peripecias se solucionan comprando en una agencia de viajes, pues sí el agente es quien comete el error no le queda más que asumir el cargo que los cambios ocasionen y se encargan de reservar vuestros asientos, sacar tarjetas de embarque y conocer las condiciones de los equipajes especiales. Simplemente hay que estar dispuesto a pagar algo más, quien lo compare en una agencia que sea honesta verá que son pocos euros y vale la pena pagarlos, ahorras tiempo y en ocasiones dinero!
Viajar por dos pesetas tiene sus riesgos. Y casi siempre acaba saliendo más caro.
Si uno se va a una agencia de viajes y se lo montan todo los agentes de viaje, contrata los pertinentes seguros, elige viajar con una aerolínea decente (que todavía queda alguna) y no se va al hotel mas cutre que encuentre, pues seguro que viajar no se convierte en una angustia.
Ahora si cogemos el hotel mas cutre salchichero que encontramos de oferta en una dudosa pagina web, elegimos el todo incluido, niños gratis, volamos con la aerolinea mas barata, lo hacemos todo por internet bajo nuestra responsabilidad, no contratamos ningún seguro... pues vas a estar pasando culo todo el viaje.
Yo siempre viajo de la primera manera... y no soy millonario ni mucho menos y he disfrutado como un enano en todos mis viajes.
Simplemente ahorrar un poco, y en vez de hacerme dos viajes cutres cada año, me hago uno cada dos años... y compensa.
Hoy se puede elegir como comprar tu billete. Si quieres asesoramiento y ayuda de un profesional, vas a la agencia; sino lo compras por tu cuenta, que no es tan difícil, este artículo parece de 2003, cuando comprar en internet era una novedad. Hoy en día parece un chiste.
Esto te pasa por enterao
Acude siempre a una agencia de viajes iata y evita tus nervisionismos de ignorante pesetero viajero
Las agencias no son más caras, dan seguridad, tranquilidad y seriedad, en la venta de cualquier producto. Confia en tu aqencia siempre la mejor opción
Es verdad lo de las agencias, en parte. Aún recuerdo tener discusiones con quien, sí o sí, me quería vender un viaje con un mayorista sin que yo quisiera. La libertad que siente el que se organiza su viaje, no tiene comparación.
Ha de saber la persona que nos ha deleitado con tal escrito , que existen unos lugares , llamados agencias de viaje en la cuál trabajan unos profesionales ( por otra parte bastante denostados) , y en los cuales si hubiera tenido a bien dirigirse , no le habrían pasado ninguno de los percances que nos acontece y por supuesto no habría perdido ni un euro .
Que curioso....
El pasado 27 de Agosto salió publicada una nota, en Preferente, sobre un estudio hecho por una consultora norteamericana el cual arrojaba que el trabajo de agente de viajes era uno de los más inútiles.
Pues claramente no lo creo así. Si bien no soy agenciera, soy Licenciada en Turismo, estudié durante 5 años una carrera universitaria que me formó no solo para dirigir y administrar empresas hoteleras sino también a nivel cultural, geográfico, contable...etc.
Un agente de viajes no es sólo eso, es un asesor, es una persona formada y en muchos casos .... gente con muchos viajes, lo que da el plus de poder aconsejar sobre destinos ya conocidos, hoteles visitados y demás; y creo fervientemente en el hecho de que aún yendo a una agencia de viajes uno sigue manteniendo esa "libertad de organización", con un plus de ayuda (que, tal como han comentado varios, puede costaros unos eurillos más; pero claramente vale la pena). Esto no quita que en el intento puedas encontrarte con profesionales que no tienen sentido de la responsabilidad ni de la ética.
Hay que aprender a convivir con los nuevos sistemas de ventas online y saber discernir en qué momento servirnos de ellos y cuándo acudir a nuestra agencia de viajes.
Saludos.
El artículo parece efectivamente de 2003 o anterior, y es una total exageración de la "angustia" de viajar. Millones y millones de viajeros diarios compran por Internet y viajan cada día.
Pero al mismo tiempo, la respuesta de los señores que dicen que esto no pasa si se va a una agencia es un clarísimo reflejo del corporativismo y falta de visión de muchas de ellas! Ahora resulta que el que compra un billete de avión es un pesetero... Anda ya!
Abrid lo ojos, especializaos, informad con objetividad y no en función de vuestras comisiones a los clientes, viajad mucho, sed competitivos, informatizaos... mil cosas por hacer.
Saludos
Estimado Pepe,
El 99% de las personas que adquieren sus billetes por internet lo hacen por que consideran que de esta forma ahorran dinero y lo que es más grave, en muchos casos, previa consulta profesional en la agencia de viajes, que antes les ha informado de cual es la mejor alternativa de vuelo, la mejor elección para su alojamiento, etc.
Lo más triste de esto, es que cuando estas comprando en internet no lo haces en un ente supranatural, lo haces en una agencia de viajes On Line, para la que te conviertes en trabajador gratuito, y encima le pagas, asumiendo cualquier error en tu reserva y con enormes dificultades en caso de que surja algún problema.
Yo no conozco ningún sector en el que uno pague por trabajar y encima salga contento.
Y esto no tiene nada que ver con el corporativismo, sino en la defensa de una labor profesional que exige mucho esfuerzo diario, que te obliga a estar al día de quiebras, conflictos territoriales, aperturas, cierres, reformas de hoteles, desastres naturales, etc.
El agente de viajes profesional, (siempre habrá excepciones), se informa día a día, lee medios especializados como este, y recibe decenas de comunicaciones diarías, que ha de procesar, con ofertas, cambios de horarios, cambios de rutas, etc. utilizando esta información para atender de la mejor manera posible a sus clientes.
Conocemos los aeropuertos, las normativas de entrada a los paises, los tiempos de conexión, los tramites aéreos o portuarios, muchos hoteles, muchos destinos, y si algo no sabemos, nos informamos, ya que sabemos a que canales debemos dirigirnos para hacerlo.
Todo esto, es ser agente de viajes, yo lo soy, y la gran mayoria de mis compañeros del sector también.
Y si hay algún problema, hablamos, escuchamos, contactamos e intentamos solucionarlo por todos los medios, en muchos casos a costa de nuestro propio dinero, simplemente porque somos profesionales, y el bienestar de nuestros viajeros es lo primero.
Si a pesar de todo esto, tu decides convertirte en agente de viajes, trabajar para otro, y pagar por ello, por "ahorrarte" unos euros, o considerarte más libre, no te preocupes, porque siempre tendrás a un agente de viajes que intentará sacarte del atolladero cuando las cosas no te salgan como habías planeado.
Un cordial saludo
Caro Pepe:
No digo que el artículo no tenga un toque de exageración, pero consigue transmitir la idea perfectamente. Quizá a una misma persona no le sucedan todas esas calamidades, pero seguro que uno conoce a más de una persona a la que le han acontecido alguna de ellas. Y lo del corporativismo, nada, tu mismo. Un poco facilón eso de rebatir un argumento desacreditando a quien lo pone de manifiesto. Muy de reality televisero. Porque hablar de comisiones en las agencias de viajes si está trasnochado. Es verdad que hay mil cosas por hacer, para empezar valorar nuestro trabajo y dosificar nuestro asesoramiento gratuito. O acaso un abogado te asesora gratis?