Este miércoles ha sido un día en que CCOO y UGT se han ganado un aplauso por parte del sector turístico por su encomiable ejercicio de realismo sobre la coyuntura en Aena y Paradores. No debe ser fácil para un sindicato aceptar el despido de una décima parte de la plantilla, como es el caso del gestor aeroportuario, pero hacerlo supone transigir con un mal menor, demostrando altura de miras.
Han dado un ejemplo, sobre todo en Aena más que en Paradores, y su actitud debería inspirar a sus colegas en Renfe. El sector público turístico y de transportes –manda narices—debe contribuir al bien común y anteponer el interés de todos al particular, y así han demostrado entenderlo desde quien en representación de los trabajadores ha negociado con los directivos de ambas empresas de capital estatal.
CCOO, UGT y USO en Aena han puesto a la luz de todos que sale más a cuenta una voluntad de diálogo que encasillarse en unas propuestas utópicas. La dirección del gestor aeroportuario así lo ha apreciado, y ha acometido concesiones, consciente de la fuerza de ir en el mismo barco los más altos cargos y los empleados. En otras columnas he sido crítico con la actitud sindical en estos casos, pero hoy me tengo que quitar el sombrero.
Algo parecido –no igual—con Paradores, donde sus sindicatos no han mantenido una actitud tan elogiable como la de sus colegas en Aena, pero al fin y al cabo han decidido desconvocar la huelga, aunque nunca sabremos si lo hicieron por el escaso éxito que tuvo la última. En cualquier caso, y más allá de ciertas artimañas en las últimas semanas, ahora parece que hay voluntad de hacer un ejercicio de realismo, y la dirección de la cadena pública debería olvidar algunas actitudes que han tenido que padecer, en pos del beneficio común.
Sería una buena noticia que antes de Navidad los ajustes en Paradores y Renfe fueran realidad y fruto de un consenso, para lo que hacen falta dos cosas, como se ha demostrado en el caso de Aena: capacidad para ceder por parte de la dirección, y la asunción por parte de los sindicatos de que la realidad es la que es, una realidad que no nos gusta a ninguno, pero que posponer decisiones y enrocarse suele ser aún peor a largo plazo.
Mucho van a tener que explicar UGT CCOO y USO de lo que han pactado con nocturnidad (nos lo cuentan ayer) y nos informaran el lunes. La dirección de AENA es tan impresentable como los sindicatos mayoritarios, pactan la nada por detras. Disfrutad de lo votado :-))))
Lo mismito
Que mal lo van a pasar los sindicalistas oficiales de AENA...
La gente les va a decir a la cara lo que son y luego van a salir los chanchullos
Haber cuando privatizan a UGT y los COCOS y no deja en paz a los trabajadores.
Ya es hora de que se quiten las máscaras. Los trabajadores somos culpables por haber creído en tanto estómago agradecido. Hay que recuperar el sindicato asambleario.
Las empresas no tienen alma y los sindicatos no tienen verguenza. Se han ganado su desprestigio a pulso. Los representantes de UGT,CCOO y USO han salido bien parados a nivel personal. Han ocultado la información a todos sus compañeros. Despues de 20 años defendiendo los interese de la empresa y dando la cara por ella te ponen en la picota para que con menos de 60 años te busques la vida. Vargas, nuestros desafectodo presidente cobrará una prima y en la próxima legislatura saltará a otra empresa como liquidador. Lo importante es la puta cuenta de resultados.
Esta noticia me hace temer que en IB va a ocurrir exactamente lo mismo con el colectivo de tierra.
Aspavientos,indignacion,teatrillo de compañeros y luego la vendida pre-pactada entre bambalinas.
Un sindicato no puede depender economicamente del gobierno.
¿EJEMPLO SINDICAL? ¿Altura de miras? ¿En el mismo barco? ¿La realidad es la que es? Venga ya hombre. Señor Álvaro Alcocer: Todo esto no es más que ladrones pactando la rendición con sindicatos acosados por el desafecto en su militancia y la reducción de la dotación pública de su presupuesto. Nada de ésto pasaría si no se hubiera desmontado pieza a pieza la legislación laboral en este país, si la clase política no fueran prácticamente todos unos incompetentes corruptos. La contra-reforma laboral es una pistola en la sien de sindicatos y trabajadores, es más miedo para poder despedir a destajo, bajar salarios y privatizar con los amigotes. TODO ESTO NO ES MÁS QUE UNA ESTAFA, AÑADIDA A LAS DEMÁS ESTAFAS QUE FORMAN ESTA CRISIS-ESTAFA-MUNDIAL.
Señor Álvaro Alcocer: El día en que te despidan a ti o a los tuyos, el día en que te desahucien y te nieguen ayudas de comedor para tus hijos, ese día veremos si escribes lo mismo...