El alegato Escarrer y los argumentos podemitas

El empresario hotelero Gabriel Escarrer, presidente no ejecutivo de Meliá Hotels International, una de las personalidades turísticas españolas más respetadas en el mundo, desgranó la pasada semana ante el Rey -con ocasión de la inauguración del Palacio de Congresos de Palma de Mallorca-, un conjunto de cinco medidas para afrontar el futuro turístico de las Islas Baleares y también equivalente para el resto de España.

Primera pregunta a los profesionales del Sector, ¿quién ha hecho más por la industria turística española, Escarrer o Laura Camargo/Biel Barceló?

Segunda pregunta. ¿Quién ha creado más puestos de trabajo, pagados más impuestos a la Hacienda Pública, creado más riqueza, Gabriel Escarrer o el tándem Camargo/Biel Barceló?

Tercera pregunta. ¿Quién ha hecho más por los trabajadores, Escarrer o los políticos Biel Barceló/Camargo?

¡Contesten, por favor!

Bien. Todo esto viene a cuenta porque el empresario criticó la doble ecotasa que el Govern balear quiere imponer en las Islas. ¡Tienen los pesebristas una piel muy fina! O una creencia totalitaria que para sí la exigen con ferocidad pero la niegan para el resto de los mortales especialmente si no abrevan en los dineros públicos. Escarrer se condujo con moderación, corrección, educación, ejercitando un derecho fundamental que le es propio a cualquier ciudadano del mundo libre. Contestar con amenazas, difamaciones y falsedades les retrata en blanco y negro.

Ahora bien, si lo que está en juego es la negación de la libertad de empresa, dígase claramente, sin tapujos, con valentía. Que nacionalicen las empresas privadas y así lo tendrán todo. Fuera de Europa, naturalmente.

Vayamos al grano. Los cinco puntos que podríamos denominar como un ALEGATO ESCARRER son de sentido común e incluso algo obvio. Hablar de que se necesita una conciencia colectiva de lo que el turismo representa para nuestra sociedad tendría que ir de suyo. Pedir que haya un consenso entre los poderes públicos y las empresas privadas para establecer una hoja de ruta para sustanciar un nuevo modelo turístico es algo tan sensato como libre. Pedir que haya un consenso para encarar el “alquiler vacacional” y de paso plantar cara a la “turismofobia” resulta algo tan elemental como inteligente. Clamar por la ordenación sostenible y primar la calidad frente a la masificación es algo que ellos mismos, esto es, la señora Laura Camargo y el señor Biel Barceló en primer término. Por eso van a imponer la doble ecotasa.

Solicitar que haya una legislación clara, concreta, transparente y democrática –donde el poder público administrativo y político- que ofrezca seguridad jurídica es algo que se lleva por todos los países del mundo libre.

Por todo ello, Gabriel Escarrer ha sido llevado a galeras. Las libertades de expresión y empresa no son algo etéreo o un mero brindis al sol en las formulaciones generales. Salvo que los que entienden la vida con visión totalitaria crean que las empresas sólo están para pagar dinero al erario público, para que lo dilapiden sus gestores coyunturales.

Que a estas alturas de la peli haya que recordar el mero catón democrático produce tanta pena como crea melancolía.

Lo he dejado para el final. Gabriel Escarrer da empleo a 44.800 personas en el mundo. ¿Camargo/Biel Barceló, os animais a batir ese récord?

Me gustaría conocer, señores profesionales del turismo, sus opiniones.

PD. A los que creen que todo da igual. Miren los datos de ocupación hotelera en Barcelona durante los últimos fines de semana. ¿Querían traska? Pues ahí lo tienen. Colau, hija acaudalada ya, no tengas problema. De seguir así, habrá que derribar hoteles en la otrora inmortal y abierta Ciudad del Conde.