Los políticos españoles han venido esquilmando en los últimos años a las aerolíneas. La desaparición de una veintena de enseñas en tan solo un lustro, y la dificultad de las nuevas iniciativas aéreas –Hispania, Helitt—para consolidarse en España –Volotea ha tenido que hacerlo en el extranjero--, prueban de la nefasta contribución gubernamental a desarrollar una industria nacional otrora admirada desde fuera.
La gloria particular de los políticos de turno, sedientos de hacerse la foto cortando la cinta del aeropuerto de su ‘pueblo’, está siendo financiada por las pocas compañías que quedan nacionales. A ello hay que unirle que, al mismo tiempo, se construía a pocos kilómetros una vanguardista estación de tren, transporte contra el que la aviación no puede competir ni en costes ni en subvención.
Porque los usuarios ferroviarios vienen disfrutando en la práctica de que la caja pública abona hasta 120 euros para cubrir las rutas de tren deficitarias, mientras que a quienes quieren volar entre Islas, por ejemplo, se les pone un límite de subvención de unos 80 euros, con las obvias diferencias de necesidad y alternativas entre un caso y el otro. Fruto son los problemas de hoy de los políticos de ayer, pero no menos cierto es que los despropósitos de estrategia siguen reproduciéndose ahora.
Las amortizaciones de las faraónicas terminales aeroportuarias son una prueba de ello, pues a pesar de que el pago de la deuda se planificó contando con que por ejemplo en Barajas en 2012 habrían 70 millones de pasajeros y 120 operaciones a la hora, el año pasado lo que hubo fue 45 millones de viajeros y 90 operaciones a la hora. Sin embargo, el importe a abonar a los bancos, pese a esta disminución, es el mismo, solo que a repartir entre menos aerolíneas, que, consecuentemente, han visto como la unilateral subida de tasas ha venido a cubrir esta diferencia.
Porque el alza de tasas de Aena se ha convertido para muchos en el principal problema del turismo español, por encima incluso del aumento del IVA turístico. El destino más afectado está siendo Madrid, que, como en menor medida también otros lugares, está atestiguando como las compañías han venido recortando capacidad, trayendo menos viajeros, y dejando menos dinero exterior en España, todo para que los aeropuertos megalómanos puedan pagarse.
La antigua aerolínea de bandera ha sido una de las víctimas de esta falta de visión, pues sus pérdidas en 2012 cercanas a 300 millones no obedecen al bajón de la demanda, ya que ha mantenido ingresos, sino que se deben al aumento de costes, en el que una parte es el combustible pero otra e importante es el incremento de tasas en su hub en un 50 por ciento de un día para otro, literalmente.
La miopía estratégica de hace una década con las infraestructuras se está pagando hoy, y todo indica que la reincidencia en las políticas cortoplacistas y de interés particular y electoral acabarán minando al turismo y el transporte español dentro de 10 años, mientras los ministerios de Fomento y Turismo siguen concibiendo lo que llaman intermodalidad como potenciar a la vez un aeropuerto y una estación de tren en la misma ciudad, para la misma demanda, y sin pensar en quién va a pagar tal derroche. Luego, los actuales dirigentes critican que el 45 por ciento de asientos de tren van vacíos, pero inmediatamente después se reafirman en su ”compromiso con el AVE a Galicia”, y anuncian unos descuentos agresivos para el transporte ferroviario, que, ¿quién terminará financiándolos? Directamente las compañías e indirectamente la industria turística, sufridora de los delirios políticos, e incapaz, igual que el resto de la sociedad, de frenarlos.
No puedo estar más de acuerdo. La falta absoluta de una política de transporte aéreo en España en los últimos 30/ 40 años nos ha llevado a la situación actual. Desde el exterior sorperende, que la aerolínea con más pasajeros en España no sea una española. Qué tienen que decir a esto los políticos, especialmente los autonómicos y locales?
Estando de acuerdo con el comentario de middelman, me pregunto,sin emabrgo,por que el mismo , cuando fue director general de air Berlín para España y Portugal, no le transmitió esa pregunta a los políticos a lo largo de los años en los que por su cargo alterno y convivió con ellos?. Por qué?. Por qué?
No, la primera no es española sino irlandesa; la segunda, una tal Iberia, tampoco es española sino británica; la tercera, Air Berlín, alemana; la cuarta, Vueling, también británica; la quinta, Easyjet, también británica. Hay que llegar a la sexta, Air Europa, para encontrar algo autóctono, aunque no ha sido capaz siquiera de rascar ni un pasajero de los que perdió, por cierre, Spanair.
Totalmente de acuerdo con el artículo.
Pues yo no estoy en absoluto de acuerdo, más allá del ya manido (aunque no por ello menos cierto) argumento de los aeropuertos locales/fantasmas. Si en este país no prosperan aerolíneas como Helitt o Hispania es porque aquí cualquiera puede montare su línea aérea sin las menores garantías necesarias, y claro, cuando empiezan a cancelar vuelos y dejar pasajeros en tierra, la gente les da de lado (cosa que, incomprensiblemente, no les ocurre a los de Ryanair). Lo de que Iberia y Vueling son británicas es ridículo.
ES bien cierto que el problema en España es grave, pero pienso que en la aviación el problema es a nivel mundial. ni existe normativas claras y razonables, ni las pocas que existen se cumplen, el ejemplo mas bochornoso es la falta de espacio entre asientos, si en eso no se actua racionalmente en lo demás, tarifas ridiculas(vale mas un taxi que un vuelo), ni hablemos.
Aligual que con los bancos, el sector del transporte ha estado dirigido por politicos y no por profesionales y los politicos ya sabemos como y quienes son y han sido, leer los periodicos y están bien claros cuales han sido sus intereses.
A ver si nos sirve de algo la lección de estos últimos tiempos y rectificamos y empezamos a hacer las cosas racionalmente y buscando el interes general y no el de ciertas castas parasitarias.
No se menciona las subvenciones entregadas a compañías aéreas extrangeras de forma masiva. Este es otro de los motivos por los que al final se desvían pasajeros de unas compaías a otras. De todos modos los culpables siempre hemos sido los ciudadanos, Quíen no quería que el AVE llegara a su ciudad? La máxima es y sigue siendo si ellos lo tienen nosotros también. Ese es el motivo por el que se sigue demandando el AVE a Santander o a Castellón por poner un ejemplo. Y ese es tambien el motivo por el que todas las capitales de provincia, querían tener una linea de AVE a Madrid. Cuando la realidad es que, algunas líneas de AVE, tál vez no más de 2 o 3 apoyadas por trenes convencionales modernos, cuya infraestructura ya existía. Hubieran sido mucho más rentable para el contribuyente y asequible para el usuario, sobre todo el que no tiene tanta prisa, como para pagar las caras tarifas de AVE.
Además haber potenciado el Corredor Mediterraneo, o cualquier otro corredor, como el Norte hubiera sido mucho más lógico que establecer el sistema radial existente en la actualidad.
Ahora tenemos, aeropuertos vacios por falta de pasajeros, lineas de AVE infrautilizadas debido a su exceso de frecuencias y su alto precio, lineas de tren convencional no dimensionadas para no hacer la competencia al AVE y compañías aéreas españolas, todas excento Vueling, al vorde de la quiebra.