En los inicios del boom hotelero en Cuba, Iberia volaba a La Habana vía Santo Domingo. El primer vuelo chárter lo inició la desaparecida Oasis Airlines, con operaciones desde Madrid y Barcelona a Varadero. En el promocional, viajaron famosos del momento como Barbara Rey y Mónica Randall y periodistas del corazón como Jesús Mariñas y María Eugenia Yagüe. Sol ya había abierto el Palmeras. En la capital aún no se había construido el Meliá Cohiba. Estamos hablando de principios de los 90. Fluxá todavía no había aterrizado pero estudiaba proyectos. Maciques (Cubanacan) era el hombre fuerte del turismo aunque el Ministerio estaba en manos del hermano menos mediático de los Cienfuegos Gorriarán, Osmany. En la capital sólo destacaban dos hoteles desvencijados, el Habana Libre y el Riviera. Antes de Meliá, ya estaban por allí un puñado de empresarios que apenas aparecen en los medios: Martinón, Pueyo, Guitart y Callejón. Éste fue asesor del ministro y del presidente de Cubanacán, un caso de sutileza a estudiar dadas las diferencias que había entre los dos dirigentes. Luis Callejón Blanco ejerció una labor de apoyo al sector turístico encomiable: llevó a un sinfín de inversores. El empresario lanzaroteño Enrique Martinón se había jugado el pellejo apostando como ningún otro lo había hecho por un país que estaba en el disparadero de la diplomacia mundial. Martinón, listo como el hambre, acabó asociándose con Escarrer e hicieron juntos varios hoteles. Pedro Pueyo había dejado Royaltur para independizarse e implantarse en el Caribe, primero en Cancún y luego en Varadero. Pero la aventura de Pueyo en Cuba fue efímera, como hotelero y como empresario de aviación. El empresario catalán Climent Guitart alcanzó tanta notoriedad en el mundo del turismo cubano como Martinón. Guitart Hoteles fue en un momento dado la primera cadena en número de habitaciones. Los cubanos con poder ensalzaron a los citados Martinón, Pueyo, Guitart y Callejón. Hace tiempo que por las más diversas razones ninguno está presente en el país antillano (Guitart se marchó mucho antes de fallecer). Fueron personajes secundarios que nunca o apenas salieron en los medios pero que contribuyeron a perfilar la industria turística del país más famoso de Latinoamérica. Y hubo otro actor secundario que merece ser resaltado, el directivo de Meliá Gabriel Cánaves. Éste merece mención aparte: en uno de los momentos más tensos vividos por los dos países enfrentados -mediados de los 90- se posicionó a favor de Cuba y eso jamás lo olvidaron los cubanos. Cánaves se la jugó con la habilidad innata de los mallorquines. Y ahí sigue sin ser cuestionado, por su valentía, por su mano izquierda y por tener detrás a un grupo que también dio la cara. Fueron los personajes secundarios de los que nadie ha hablado.
Cuba y los españoles pioneros menos conocidos
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Soy cubana y llevo 20 años viviendo en Madrid. Tuve la inmensa suerte de estudiar turismo en una escuela conjunta que fundaron Guitart Hoteles y Cubanacán en el 1990 aproximadamente y donde nos prepararon a un nivel increíble con los mejores profesionales y con una disciplina tremenda .