Que Mariano Rajoy va a ser el próximo presidente del Gobierno es algo que se da por hecho entre el empresariado turístico español. Los más zapateristas ahora cambian su discurso, de la noche a la mañana, para criticar con sorna descarada la gestión del gobierno en materia aeroportuaria.
Llama la atención que quien más crítico se muestra con el ejecutivo socialista es el mismo empresario que acudía a las reuniones de La Moncloa a proclamar lo bien que iba el país y su grupo, entre el sonrojo del resto de participantes, ante lo obvio de que su intención era ganarse el favor político.
Pero donde dije digo, digo Diego, y si te he visto, me he olvidado. Y este empresario, cuyo apoyo tan explícito a Zapatero provocó que un célebre periodista llegase a preguntarse si iba ir en las listas del PSOE, ahora emerge como el azote de los socialistas. Ahora, claro, que en la privatización de Loterías y Aena tendrá mucho que ver el próximo Gobierno.
Es la forma de hacer negocios para algunos en España. Especialmente en el sector aéreo, donde las subvenciones se reparten entre todos, y no sólo entre Ryanair o Spanair, como se trata de hacer ver. Sin amiguismos, el dinero público se aleja. Y si se marcha el artífice de conseguir subvenciones, es muy difícil vender un grupo.
Como dije la ultima vez es un pelota, ahora como salga el PP, se va a enterar, si es que por la boca muere el pez, despues de arrastrarse por ir a la reunión, a la cual no le invitaron, si es que no tenia que hablar, ya que segun él su grupo iba muy bien