Continúa la polémica sobre el hotel Oasis Maspalomas, al punto de que ha originado una gran controversia en toda Gran Canaria. Políticos divididos, empresarios enfrentados y patronales al borde de la ruptura. Sin olvidar a los ecologistas, que en asunto como éste han hecho oír sus voces.
Las diferencias vienen de hace unos meses, como bien se encargan de aventar los diarios canarios que han tomado partido por uno y otro bando. Los partidarios del hotel de los Riu lo defienden más por su posición contraria a Lopesan que por otra cosa. Y los detractores no dan tregua, sin escrúpulo.
Un problema tan enquistado como éste, que enfrenta a dos grupos empresariales poderosos y en el que la irrupción política ha contribuido a crear más crispación que concordia, tarde o temprano acaba explotando. Y cuando la batalla es cruenta aparece en el escenario las peores tácticas.
Así, por ejemplo, un medio de Gran Canaria, el primero en circulación, o en paralelo en difusión al segundo, se ha prestado a publicar durante días un vídeo crítico, duro y manipulador contra el hotel. El diario está en su derecho de hacerlo, pero es un video apócrifo. O sea, sin paternidad.
Es decir, que se ha llegado al todo vale. En definitiva, al juego sucio. Cada uno va a lo suyo en esta guerra sin cuartel. Los políticos no han aportado nada positivo en este litigio porque por el interés te quiero, Andrés. Y los medios, que deberían ser objetivos y aportar cordura, están cada uno con su particular Andrés.
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