Las revueltas árabes harán daño

De rebote, España está viviendo una magnífica temporada alta. Pero ciudado. Las noticias que no dejan de sucederse en nuestros dos principales mercados son de todo menos tranquilizadoras. Tanto en el Reino Unido como en Alemania. Y tanto para sus buques insignias turísticos como para la situación macroeconómica.

La que peor pinta tiene es Thomas Cook. El grupo inglés vale hoy el 83 por ciento menos que hace casi año y medio. Su capitalización de unos 400 millones de libras no anda muy lejos de los 312 millones de libras que hace tres semanas pagó el grupo indio Cox & Kings por Holidaybreak, especialista en viajes de estudios.

La división británica de Tui también se está viendo muy afectada en Bolsa por la desconfianza inversora hacia su rival y la mala coyuntura del consumo en el Reino Unido. Kouni es otra compañía que se ha visto afligida por la situación británica, que además ha empeorado tras el estallido social en Londres.

Y no solo sufren los gigantes turísticos del Reino Unido, el primer mercado de turistas para España, sino también los pequeños negocios dedicados a los viajes. El consumo minorista británico cayó en julio el 4,1 por ciento, y para más inri, después de que los precios hubieran bajado el 3,4 por ciento.

¿Alemania? Pues pagando un alto peaje por el encarecimiento del petróleo. Sus dos principales aerolíneas recortan rutas o se ven obligadas a vender activos. Padecen asimismo el alza fiscal al transporte decretada por el ejecutivo germano.

Las aerolíneas españolas también se han visto afectadas por el repunte del Brent hace unos meses. Detrás de sus malos resultados están las revueltas árabes, causantes del alza del petróleo. Y ahora, en el horizonte, España deberá hacer frente a competidores que tirarán aún más los precios, ante emisores cuyos grupos están cada vez más necesitados.