El turismo va bien, dicen las encuestas. Ha aumentado el número de turistas en junio y ha aumentado lo que gastaron en sus viajes, pero los números a veces son espejismos. El gasto medio del visitante procedente del principal mercado, Reino Unido, ha caído un 11,2 por ciento. El gasto medio del procedente del segundo mercado en importancia, el alemán, ha caído en un 2,4 por ciento. Los que más gastan son nórdicos, italianos y franceses con aumento de más del 20% en el primer caso. Que Reino Unido y Alemania hayan aumentado turistas hacia España probablemente se deba en parte a la caída de destinos como Túnez, Egipto y también Grecia, lo que conllevaría que en España se han aceptado las condiciones de precio que tenían en las zonas fallidas por la conflictiva situación social.
Ha dicho Sebastián Escarrer que hay millones de turistas que nos cuestan el dinero a todos. Sobran visitantes si no llegan a un mínimo razonable de nivel de gasto. La creación y mantenimiento de infraestructuras, servicios y preservación del medio ambiente no compensan el gasto de muchos turistas. Y en eso coinciden algunos analistas, que la cifras de llegadas son relativamente significativas y hasta engañosas si no son proporcionales a los beneficios que reportan a las empresas y al conjunto del país.
Es recurrente lo del turismo de calidad, o mejor dicho, turista con capacidad de gasto en origen, con la contratación de viajes dignos, y en destino, con capacidad de compra en la oferta complementaria. Y ese turismo, según lo que se trasluce de las encuestas de Frontur y Egatur, está en mercados emisores del norte, este y en el sur de Europa. Daneses, noruegos, suecos y franceses son los turistas que más aportan a las empresas y al conjunto de España. Puede parecer una boutade, pero sobran turistas. O sea, lo de siempre, eso tan simple de que es preferible que vengan menos y gasten más.
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