Vueling y Volotea

Volotea logró en un su primer mes una ocupación de casi el 66 por ciento, según adelantó este digital. Los directivos de la compañía se han mostrado satisfechos por estos datos. No está nada mal con la que está cayendo en Europa, con la apuesta tan novedosa que ha supuesto una aerolínea para conectar ciudades medianas, y sin antecedentes en dar a conocer una compañía al mismo tiempo en varios países. Y también teniendo en cuenta que ha arrancado en abril. Porque el anterior proyecto de Lázaro Ros y de Carlos Muñoz comenzó en julio, y por tanto, tuvo mejores cifras. Concretamente, Vueling obtuvo en su primer mes de operación un ‘load factor’ del 75 por ciento. Es decir, prácticamente el mismo que registró el pasado mayo. Y algo inferior al que vienen logrando las dos grandes low cost del continente, Ryanair y Easyjet. Pero la low cost que comanda Álex Cruz tiene unas perspectivas inmejorables, habida cuenta de que perdió a su único rival verdadero, Spanair. Ese competidor con el que se solapaba una gran cantidad de rutas. Porque Volotea, al margen de distanciamientos personales, no supone una amenaza para Vueling. Hay espacio para las dos, que son las compañías españolas con mejores expectativas, y que tienen al mando a probablemente los mayores expertos del negocio aéreo, junto a Pepe Hidalgo, Jesús Macarrón, y Álvaro Middelmann. Volotea y el auge de Vueling están suponiendo la mejor noticia de la industria aérea española en este último lustro. Y, de hecho, hay un directivo de una de ellas que es accionista de la otra.