En su momento, la Junta Electoral Central acordó interpretar que iba a aceptar la ausencia en las mesas electorales de todos aquellos que el 29 de mayo tuvieran comprado el billete o el viaje de vacaciones. Quienes lo compraran entre ese día y el sorteo de la participación en las mesas electorales quedaban excluidos (Tener un viaje contratado eximirá de participar en una mesa electoral).
No hay fundamento jurídico ni para lo uno ni para lo otro, pero bueno, es un criterio y algún criterio debe de haber.
Pero hora, la Junta de Baleares ha dicho que han de acudir a la mesa todos los convocados, menos aquellos que hayan hecho antes del 29 de mayo un gasto importante. “Importante”, esta es la clave.
Para mí importante pueden ser cien euros. ¿Lo es para los jueces? ¿Ciento cincuenta euros? ¿Mil? ¿Cómo va eso? ¿Qué significa gasto importante? ¿Quién lo decide? ¿Dónde puedo objetar contra ese criterio? ¿Por qué en Baleares existe esta interpretación?
Ahora ya no queda más remedio que encontrar soluciones a este caos, pero desde luego sería recomendable que el 24 de julio el legislador se aplique a fijar un criterio claro para esos casos que también pueden ocurrir en otras elecciones que no sean tan coincidentes con el verano y las vacaciones.
Diríase que en España existen aspectos vitales que resultan intocables.
Las vacaciones ni tocarlas.
Teniendo en cuenta, que por razones económicas los españoles cada vez toman menos días de vacaciones continuadas con respecto al añorado mes de un tirón, algo a queja infundada orbita en la propaganda plañidera que se está llevando a cabo del asunto desde los despachos de asesores comprometidos con el porcentaje de participación e intoxicación.
Solo por respeto democrático hacia nuestros mayores que jamás pudieron votar o emitir sus opiniones, deberíamos estar agradecidos, pero … las vacaciones.!!!
No me toquen las joyas de la corona, por favor.
Un país con 4 millones de funcionarios. 3 millones de desempleados. Un ejército de miles de militares, muchos de ellos en segunda actividad, es decir, en casita cobrando sin trabajar. Pues que sean ellos los que tengan que estar en las mesas y "presten" ese servicio público que ya les paga el Estado. Y a los demás que nos dejen en paz salvo que se presenten voluntarios.