Ayer, Club de Vacaciones, una de las marcas más tradicionales de la turoperación española, lanzó viajes para mayores, con precios especiales (Otro turoperador se adelanta al Imserso con viajes low cost). Es la reacción ante el producto específico que un poco antes había puesto en el mercado del grupo Ávoris, también para los mayores (Mundosenior abre ventas: ofrece viajes desde 230 euros).
Un diputado del Partido Popular, en una demostración más de que su partido no tiene ni idea de para qué existe, ha planteado el asunto del producto de Ávoris en el Parlamento. Según él, habría algo de incorrecto en ofrecer viajes a un segmento de la sociedad porque eso sería una imitación de lo que ofrecerá el Imserso el día en que desbloquee su maraña burocrática (La estrategia de Mundosenior llega al Congreso).
O sea que, por lo que piensa el Partido Popular, en este país una empresa no puede ofrecer libremente el producto vacacional que crea oportuno si el Gobierno, por su parte, está trabajando para un día poner en el mercado algo similar. Disparatado. Descacharrante. Sería interesante que el Partido Popular presentara públicamente una lista de actividades que una empresa privada puede llevar a cabo sin que provoque su intervención en el Parlamento.
Otra cosa, por supuesto, sería que la oferta privada engañara al cliente haciéndole pensar que se trata de los viajes subvencionados del Imserso. No es el caso, lógicamente, porque todo el mundo sabe que el Imserso aún no ha terminado de decidir a quién va a adjudicar su programa. Pero, incluso aunque el Imserso también estuviera en el mercado, ¿qué impide que alguien venda viajes en un modelo similar, dedicado al mismo público, aclarando que es una cosa diferente? ¿O es que los mayores de sesenta y cinco años sólo pueden viajar con el Imserso? ¿O es que no hay libertad de mercado? Ahora va a ser que los mayores no pueden acercarse a una agencia de viajes si no es para comprar viajes del Imserso.
Haría bien el diputado y su partido en preguntarse por qué en este país las administraciones públicas –no sólo el gobierno, también las autonomías y muchos municipios--, pese a la situación que vive el país, paga vacaciones a los mayores, con la inequívoca finalidad de conquistar su voto.
Muy buena esta reflexión sobre programa de los jubilados.
Resolución al absurdo:
“Las administraciones públicas –no sólo el gobierno, también las autonomías y muchos municipios– pagan vacaciones a los mayores, con la inequívoca finalidad de conquistar su voto.”
Qué nivel, Maribel.!!!
Menos mal que mañana será otro día y otro afán, para seguir urdiendo demagogia.