¿El Covid ha salvado la vida de Tui?

Tui está yendo como un tiro. Sus beneficios se multiplican, una vez que está teniendo más viajeros que antes de la pandemia, pero con unos precios medios un 27 por ciento superiores. Eso sirve para dos cosas: por un lado, paliar las pérdidas descomunales de aquellos meses no tan lejanos de paralización completa de la actividad y, segundo, obtener ingresos nuevos que trasmiten una idea renovada del futuro (Tui, con precios un 27% más altos, espera un gran invierno).

Sin embargo, hay una pregunta que persiste y que probablemente sea la clave para entender la turoperación: ¿hay un mercado masivo importante de clientes para garantizar el futuro de un turoperador generalista?

La respuesta a esta pregunta es más complicada. O más equívoca. Hoy, desde luego, vistos los resultados de Tui, se puede decir que sí. Pero existe la impresión de que estamos asistiendo a una reacción del consumidor de viajes posterior a la pandemia que en el futuro deberá decaer. Nadie duda de que existen nichos para la turoperación especializada, pero un generalista integrado verticalmente es más dudoso.

De hecho, Tui y sus competidores están intentando convertirse en la práctica en una agrupación de subproductos especializados. El viaje de sol y playa a un destino mediterráneo incluyendo avión es más dudoso que pueda mantenerse en el futuro. No digo que no vaya a haber viajeros, digo que no se podrán aplicar márgenes importantes, una vez que es un producto muy popular, muy accesible, por el que compite todo el mundo, incluidas las propias aerolíneas.

En todo caso, está bien la recuperación actual que nos puede poner en 2025 en un escenario similar al de 2019 para, después, ver qué deriva tiene el negocio.