Nunca creí que lo llegaría a ver con mis ojos: el Gobierno de Baleares, liderado por los socialistas y con los nacionalistas de izquierdas y Podemos apoyándoles, ha aprobado una ayuda de tres millones de euros para los hoteleros de las islas, para que cambien las camas. Hay sesenta millones reservados para el sector, de los que quince serán para las camas.
No está mal la idea, porque los hoteles son el gran negocio de las islas, el único que se expande, el único que este verano pasado ha tenido llenos espectaculares, a precios jamás vistos.
Pues bien, si alguien se pregunta por qué la dirección de la patronal hotelera apoya casi sin disimulo al Gobierno de Baleares, tal vez las ayudas de este lunes puedan apuntar a ello.
Se han presentado 309 peticiones por parte de los hoteleros, que solicitan dinero para cambiar las camas y poner las que se suben solas y así poder facilitar el trabajo de las camareras de pisos.
Lo dicho: yo nunca hubiera imaginado ver esto en mi vida. Si me dicen que lo hizo el Partido Popular, lo hubiera dudado porque, aunque siempre ha habido cercanía ideológica, nunca se había llegado a darles dinero; pero que sea la izquierda me habla de algo mucho más incomprensible, síntoma de un problema bastante mayor.
No creo yo que los hoteleros estén muy conformes con esta afirmación.
Les obligan a relizar una serle de cambios en unos plazos y bajo amenazas de fuertes sanciones.
Van a subvencionar una pequeña parte el resto va a cuenta de los hoteleros.
En cada ocasión que ha podido el gobierno ha puesto a los hoteleros en el disparadero. La Sra Armengol apelando a la solidaridad de éstos para reparir sus grandes beneficios.
En definitiva , enfrentando a trabajadores y hoteleros.
Las grandes cadenas están felices con gobiernos comunistas como Cuba o Baleares. Los demás no.