Todo el mundo en su sentido común sabe que lo prioritario es comer. Y la vivienda. Y la ropa. Y hacer frente a las deudas. Todo el mundo sabe que cambiar el coche, cambiar el sofá, pintar el comedor o un viaje son extras que, cuando las cosas van mal, han de esperar.
Sin embargo, más allá del sentido común, los datos introducen elementos para pensar diferente. Porque tanto las compañías aéreas como las hoteleras están nuevamente advirtiendo de que 2024 va a ser otro ejercicio extraordinario. Los viajes vacacionales, España entre ellos, se venden como rosquillas, incluso aunque los precios han vuelto a subir, si bien no tanto como en 2023. Los coches, los sofás o la pintura no sé cómo van, pero el turismo sigue disparado.
En realidad, la presunta crisis que está zarandeando las economías europeas –ahí tienen a media Alemania protestando en las calles—está cambiando lo que llamaríamos consumos de primera necesidad. Ahora, parece, el turismo es imprescindible, una necesidad básica. Lo que nunca nadie hubiera dicho hace veinte años, por ejemplo.
En un primer momento, atribuíamos esto a la pandemia: “la gente quiere recuperar el tiempo perdido”, pensábamos. Pero este 2024 apunta de nuevo en el mismo sentido, lo que obliga a replantearse las cosas.
No es fácil afirmar que lo que ocurre tiene esta o aquella razón, pero tal vez se pueda afirmar que los viajes ocupan un lugar más elevado entre las urgencias vitales y que hoy vivimos un tipo de crisis menos aguda: no sobra tal vez para ahorrar, pero sí que hay recursos para pagarse las vacaciones. Aunque ustedes quizás tengan otros puntos de vista tan imposibles de defender o de atacar como los anteriores.
En todo caso, es una realidad fantástica para los que vivimos del turismo, como es el caso de España.
Me ha encantado el artículo. Nada que añadir.
UD cree que un 13 por ciento del pib, digo de oídas, es vivir del turismo? UD cree que un empleado de, por ejemplo Renault, vive del turismo? UD con esa sagacidad que demuestra tener, cree que un bombero vive del turismo?
Realmente, no es más correcto decir, que dentro del sector turístico, los hay que viven, y los hay que malviven?
Incluso, no es más correcto decir,que en muchas zonas amén de lo supra escrito, se vive para el turismo?
El turismo en la miseria y precariedad