Pedro Marín, el presidente de la Asociación Hotelera de la Playa de Palma, uno de los mayores destinos turísticos del mundo, ha declarado que los turistas que no se comportan adecuadamente sólo entienden el lenguaje de las sanciones. Y acierta. Sin matices (“Las multas son la forma de erradicar el turismo incívico”).
En la Playa de Palma, mayoritariamente, los turistas cuyos comportamientos son muy impresentables son alemanes; en muchos otros lugares de España, son los británicos los que se llevan la palma. Ninguno se libra, pero los británicos son especialmente caóticos. Y alcohólicos.
Algunas autoridades políticas españolas parecen no entender qué ocurre con nuestro país y el turismo, se preguntan por qué vienen a nuestras playas a tener comportamientos inadecuados. La razón, como muy bien dice Pedro Marín, es que en España no hay sanciones y ese es el lenguaje que entienden.
En sus países de origen, la presencia policial en eventos de concurrencia masiva es apabullante. Y la acción penal (penal, con lo que ello implica) es implacable. Beber alcohol en la vía pública es motivo de sanción. Cuando se tienen antecedentes, los problemas se multiplican en cadena.
Por eso les encanta España, porque no hay ley, porque no hay controles, porque nadie se preocupa. Es verdad que un ciudadano cívico no debería necesitar el ‘palo’ para entender la ley, pero estos son así: o se les multa salvajemente o no entienden.
En ese sentido, Marín tiene razón. Ahora bien, para este público, no poder hacer el ‘indio’ sin control es el principal atractivo de España. Si tomamos medidas, pronto dejarán de venir. Así, sin contemplaciones. A mí me parecería bien, pero habría que preguntarse si toda España quiere perder de vista a estos impresentables.
Sin ese turismo de borrachera y violación los mallorquines seguirían ordeñando cabras. Es la comunidad con mayor fracaso escolar. No saben hacer otra cosa que poner copas.
A ver si revientas ya de una vez parasito
Y entonces?
Así que para que sigan viniendo, el todo vale, lo que hay que leer. En sitios como en Croacia, como en la isla de Hvar se multa severamente los comportamientos incívicos, y aquí ¿queremos permitir todo?. ¿Que pasa, la ley es permisible con determinada gente porque en la isla los "necesitan"?, ¿en serio?. Y el principal atractivo de este país es tener barra libre para comportarse como un energúmeno?, de verdad, ¿lo cree?, porque si es así apaga y vámonos. Todo esto sucede porque se ha permitido y consentido durante décadas y ahora tenemos lo que tenemos. Idioteces como el balconing, el ruido, el descontrol, todos sabemos en que sitios se producen y en que paises esto no sucede. Y por otro lado, si solo se puede atraer a este tipo de gente, en estos sitios tienen un problema. Y habemos gente, que hoy por hoy, nunca iríamos a sitios así, si las cosas fueran distintas, a lo mejor nos lo planteabamos, pero hoy por hoy, no.
Hace tan solo 10 o 12 años en los muretes que separan la playa del paseo en Playa de Palma no se veía a nadie bebiendo. Tan solo, de tanto en tanto, a alguien descansando sentado tranquilamente. Poco a poco, a partir del Balneario 6 empezaron los grupos de borrachos a adueñarse del murete.Y, de este modo, se fue extendiendo a todo el paseo, desde la Iglesia de San Fernando hasta el Club Náutico del Arenal.
¿Quien tiene la culpa? En primer lugar los políticos, que no hacen cumplir las normativas municipales. En segundo lugar, los tenderetes que venden alcohol para ser consumido en la calle. Y finalmente, la policía que pasa de largo para evitarse problemas.
Tranquilidad!!
Cuando gane Feijoo todo se solucionará