¿Ha muerto la turoperación?

Es completamente absurdo dudar de que la turoperación, o sea el negocio de vender viajes organizados, ha sufrido un tremendo revés con el nacimiento primero de la aviación low cost y, segundo y mucho más importante, con Internet.

Hasta finales del siglo pasado, casi el cien por ciento de los viajeros que visitaban España para pasar unas vacaciones lo hacían a través de un mayorista. Nos daban más y mejor información, nos trataban en nuestro idioma, estaban en la esquina de casa, volaban desde nuestro aeropuerto más cercano, nos ofrecían pago aplazado, y teníamos bastantes garantías en caso de que las cosas fueran mal.

Hoy el porcentaje de viajeros que usa la turoperación para viajar ha caído notablemente: sigue siendo del cien por ciento en viajes tremendamente complejos, a destinos inexplorados, pero ya es bastante menos de la mitad del mercado en el caso de los viajes de vacaciones a España.

Además, y de esto iba a hablar, los mayoristas no han sido un ejemplo de gestión: han olvidado al cliente y se han dedicado a mejorar sus márgenes a través de fórmulas como las de controlar las agencias de viajes y acercarse al máximo al monopolio.

De hecho, los últimos veinte años son la historia de una cadena constante de compras y de cierres de mayoristas. Tui es hoy el gran superviviente de aquella época.

Sin embargo, hay una novedad sorprendente. Una pequeña aerolínea del norte de Gran Bretaña, Jet2, creó su mayorista. Era una situación frecuente: si tiene los aviones, es fácil contratar el hotel y captar al cliente. Jet2, hace 15 años empezó a vender viajes organizados, para vuelos cortos, sobre todo al Mediterráneo. No creó una red de agencias de viajes propias, porque había ya muchas agencias independientes que vendían productos de Tui o de Thomas Cook de mala gana porque habían de competir con las oficinas de ventas de estos mayoristas. En el caso de Jet2, no; les ofrecía el margen y no quería competir con ellas. Y ha cuidado el servicio.

La noticia simplemente sorprendente es que Jet2 ha conseguido superar a Tui como líder en ventas, en clientes, en viajes, en el Reino Unido. Sin agencia de viajes propia –salvo online– compitiendo en un producto que decían que da poco margen como son las vacaciones en el Mediterráneo, Jet2 roza los seis millones de clientes, por encima de Tui, que lleva décadas en el mercado y que tiene una agencia de viajes en cada esquina de Europa.

Esto no para la historia ni cambia la tendencia subyacente: el viajero aspira a organizarse su propio viaje si es cercano. Y ese es el verdadero rival de los mayoristas. Pero Jet2 ha demostrado que aún queda margen para competir y que como decían del teatro cuando nació el cine, y como repitieron cuando apareció la televisión, y como nos volvieron a avisar con Internet, los productos nobles y auténticos siempre tienen mercado. Aunque sea más pequeño.