Incontables periódicos locales, sobre todo de Castilla León, pero no sólo, publican a diario que la demanda de hoteles rurales y agroturismos, por segundo año consecutivo, está disparada. La cornisa cantábrica, desde el País Vasco a Galicia, está igual.
No es un turismo que en términos macroeconómicos cambie el destino de España, pero para quienes tienen estos hoteles, para sus regiones y áreas de influencia, es un negocio fundamental. Y, muy importante, por segundo año van bien.
El año pasado, nadie se atrevía a viajar, excepto a este tipo de establecimientos, más cercanos, más asequibles, con un trato muy personal y, sobre todo, que permiten una reorganización de los planes en caso de necesidad. Lógicamente, hablamos de turistas españoles que visitan hoteles españoles: poca influencia en la balanza de pagos, pero mucha en el día a día de millones de personas.
Mientras, en contraste, las grandes zonas turísticas de Canarias, de Andalucía, de Cataluña e incluso de Baleares, siguen teniendo problemas. La apertura del turismo británico a Baleares no está funcionando como inicialmente se hubiera pensado porque los viajeros también tienen miedo, temen tener que regresar escopeteados, haber de ir a un hospital, etcétera. Es verdad que las cosas han mejorado muchísimo respecto del verano pasado, pero definitivamente no será hasta 2022 cuando el turismo español recupere la normalidad plena.
Eso esperamos, aunque hay que tener presente que el año pasado por estas fechas también decíamos que para 2021 esperábamos que se normalizara todo.
La cornisa cantábrica, bien organizada, nada masificada, calidad de vida, sol y playa (a veces si, a veces no), atractivos culturales y paisajísticos, buena mesa, et, etc. ¿Que ofrecen las zonas masificadas que todos conocemos?, sol y playa y calor, sobre todo, de lo otro, a veces. Hay gente con estilo y gente que va al aborregamiento de sitios como Magaluf, Benidorm y otros muchos en la mente de todos.
En el caso de Canarias, también hay mucho que ver sin ser sol y playa en las Islas más turísticas. Hay pueblos del interior de las Islas, tranquilos y antiguos; puedes pasear por bosques de lsurisilva, auténticos bosques humedos; visitar museos o ciudades patrimonio de la humanidad y practicar turismo rural en medio de un bosque o de una zona desierta o volcánica y todo en una isla misma. Ya ni te digo de comer en casas de comida típicas o guachinches. Luego, si quieres, ir a sitios turísticos masificados según tu. Vete a El Hierro o La Gomera y La Palma y verás lo "mucho" que tienen de turismo de masas o a Tenerife y la variedad de turismo que puedes hacer TODO el año. Desde estar en la nieve del Parque Nacional del Teide, congelado de frío a bajar a la costa y estar a 28° bañándote en la playa y visitar sus pueblos costeros y del interior, sin masuficsciones y buen servicios.
Hay una España vacía … y hay una España de hoteles llenos.!!!
Sin argumentos, no hay debate.
Si este es el concepto mollar económico de crecimiento y desarrollo … paren el mundo, me bajo y punto.
P.D.: mollar
adjetivo
1. Que es blando y fácil de partir o quebrantar.
"fruto mollar"
2. Que da mucha utilidad o provecho con poco esfuerzo.
"negocio mollar"
Esas comunidades tienen un turismo de calidad gente con posibles y familias que buscan divertirse sin meterse en líos en comunidades con turismo sin calidad fiesta y botellones pasa esto ,hay que cambiar el modelo