IAG se distancia de sus rivales

Lufthansa, que es la propia aerolínea más todas sus filiales, perdió unos 700 millones de euros en el primer trimestre de este año y tuvo que anunciar dureza para ordenar sus cuentas; Air France KLM, por su parte, perdió unos 400 millones que, como suele ser habitual, se atribuyen siempre a causas externas. Pero IAG, que más o menos tiene las mismas dimensiones que sus otras dos rivales europeas, según cómo se tomen los números podría haber ganado en este trimestre o estaría en unas pérdidas insignificantes, de cuatro millones (La matriz de Iberia y Vueling: “Estamos bien posicionados para el verano”).

Normalmente, desde hace ya varios años, los tres grupos europeos del largo radio presentan resultados más o menos similares. En las últimas ocasiones, las cifras de IAG fueron mejores, pero ligeramente, de forma no significativa.

Pero los datos de este trimestre ya son más serios. En los dos sentidos: porque IAG gana más y porque las dos rivales pierden más. El caso de la alemana es tremendamente chocante.

Efectivamente, los perfiles de las aerolíneas son diferentes: Lufthansa tiene una vinculación muy acusada a Oriente Medio; Air France KLM tiene también sus particularidades; e IAG depende más de las rutas transatlánticas. Sin embargo, la tremenda diferencia de resultados de este primer trimestre no se puede justificar por esos motivos. Hay que pensar en problemas de gestión, en dificultades en la operativa, las relaciones laborales, etcétera.

Obviamente, que IAG marche bien es una excelente noticia para España porque nuestras dos grandes aerolíneas son propiedad de este grupo. Sólo Air Europa, entre las importantes, está fuera de su radar, pero todos sabemos que es cuestión de tiempo y de la aprobación europea.