De un empresario se espera que sea liberal, que acepte que las reglas del mercado sean las que rijan la economía, que no acepte dirigismos ni intervencionismos; de un dirigente político de Podemos, como de cualquier comunista, se espera lo contrario, que repudie el mercado y la ley del más competitivo, que rechace la presión sobre los salarios para captar cuota de mercado y clientes, por ejemplo (Imserso: lista completa de los 235 hoteles de Mundiplan y Turismo Social).
Sin embargo, en el caso de los hoteles del Imserso, la victoria de la ministra Belarra se ha basado en un cambio de roles: adaptada al más duro liberalismo, la ministra hizo una dura propuesta económica a los hoteleros, una oferta que ellos decían que no bastaría ni para dar de comer a un turista. Pero la ministra, convencida de que el mercado era capaz de atender esos precios, defensora del dinero público mediante este mecanismo, mantuvo su propuesta. Y ganó.
Ganó porque sí había hoteles dispuestos a ofrecer su producto al precio que ofrecía el ministerio; sí había empresarios dispuestos a gestionar pagando salarios más limitados, forzando más la máquina de la productividad, como para satisfacer al ministerio (Imserso: el PP pide la comparecencia de las ministras Belarra y Maroto).
Y perdieron las patronales que decían que con ese dinero no se podía atender el servicio. Sí que se pudo atender. Y sí que deberían callar los empresarios porque toda la razón se pierde cuando aparecen quienes demuestran que el precio ofrecido por el ministerio es suficiente.
Y si es suficiente, si basta, hace bien la neoliberal de Belarra en no pagar más.
Obviamente, los empresarios deberían volver a ser liberales y entender que la única prueba de que el precio que ofrecía el ministerio era realmente inadmisible es que ningún hotel estuviera dispuesto a aceptarlo. Si hay uno, y lo hubo, es que el precio estaba dentro de lo admisible.
Exacto, si hay gente dispuesta a ofrecer el servicio al precio ofrecido, al que no le interesa que se vaya.
En el mundo de la prostitución ya sea comunista o neoliberal, siempre va a haber quien venda su dignidad y principios al más bajo precio. Existen en el mercado ungüentos y cremas para aliviar el prurito.
Oh no, los hoteleros en vez de ganar millonadas en el mejor año de la historia del turismo en España, van a ganar un poco menos 🙁 Pobres... Los hoteles no pierden dinero con el Imserso, simplemente ganan un poco menos.
Es la primera vez que intento participar en el programa..En esta página veo más opiniones tendenciosas que criterios objetivos..Como se explica que algunas agencias o cadenas diga que ofrecen precios similares fuera del programa IMSERSO Una de dos o engañan o son tendenciosos contra el actual gobierno