La ecotasa no era para eso

El Gobierno balear ha confirmado que ha destinado 580.000 euros de la ecotasa para financiar el concierto celebrado hace unos días por 'los 40 principales'. Además, la cadena del Grupo Prisa ha obtenido financiación del Consell de Mallorca y el Ayuntamiento de Palma para organizar su megaconcierto.

La ecotasa ha vivido dos etapas. Fue creada primero en el año 2001 por el Gobierno del socialista Francesc Antich para compensar los efectos negativos del turismo de masas. Con aquellas primeras recaudaciones se adquirieron fincas privadas, inmuebles que eran propiedad de los militares y hasta un edificio histórico en el centro de Palma (Can Salas) que aún hoy sigue en ruinas. Dos años después de su creación, el Gobierno del PP derogó la ecotasa tras una intensa campaña de los hoteleros, que lamentaban que se penalizase a Baleares como destino con un impuesto que no tenían sus rivales turísticos.

Pero en 2015 el impuesto volvió a crearse poniendo el foco, de nuevo, en que el turismo provocaba un gran desgaste en el medio ambiente, se esgrimió que circulan demasiados coches de alquiler, que las zonas turísticas tenían que rehabilitarse y que por todo ello la sociedad balear, en definitiva, tenía que recibir alguna compensación por lo que consideraban el 'efecto pernicioso' del turismo de masas.

Varios años después de crearse por segunda vez, el Gobierno de la socialista Francina Armengol duplicó la cuantía de la ecotasa y los ingresos previstos durante un año se elevaron hasta los 180 millones, una cantidad que evidentemente no se ingresó en 2020 por la pandemia.

Durante estos años de aplicación de la ecotasa se ha constituido una comisión donde Gobierno, consejos insulares y ayuntamientos, que hacían sus propuestas para destinar el dinero, pero al final el gabinete de Armengol solía decidir prácticamente el dinero en solitario.

Hay que reconocer que en esta segunda ecotasa la presión por parte de los hoteleros ha sido mínima, pero tampoco se sabe muy bien a qué se dedica el dinero. Aún así nadie hubiese podido creer que la recaudación que se obtiene gracias al turismo sirviese para financiar un concierto.

El consejero de Turismo balear, Iago Negueruela (en la foto), dice que estos 580.000 euros aportados a la Cadena Ser se han reinvertido en Baleares. Por cada euro invertido se han recuperado seis, defiende Negueruela, pero tampoco se sabe demasiado bien de dónde ha sacado este cálculo. Por supuesto, el concierto no fue para turistas.

Sobre este asunto, sólo Podemos ha criticado, y muy tímidamente, que el dinero de la ecotasa se utilice para un concierto. Los ecologistas se han quejado a través de las redes sociales, pero no consta que hayan convocado protestas por el mal uso del dinero de la ecotasa.

Más llamativa es la postura de los hoteleros, que aún no se han pronunciado sobre este gran escándalo, teniendo en cuenta que el dinero invertido corresponde a la recaudación conseguida por más de 200.000 turistas llegados a Baleares en el último año y que han cobrado precisamente los hoteleros en sus negocios, pero no parece que les importe demasiado porque no han dicho nada.

Se puede debatir si es necesario un impuesto para compensar el efecto del turismo en el medio ambiente, qué inversiones deben hacerse para este cometido, pero lo que sí está claro es que la ecotasa no se creó para esto.